1. La amorosa hija (Parte 7)


    Fecha: 16/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... detalles propios de los recién casados”, describió Anne. “¿Te gustaría cambiar? Les caería bien a ti y a Mark una noche de locura”, sugirió.
    
    “Ay no, que flojera hermana, mover todo el tilichero”, contestó Estela, evidenciando su monótona y tediosa relación.
    
    “¿Cuál tilichero?”, contestó Anne. “¡dos putas maletas sis, no manches!”.
    
    “Anda… pregunta”, dijo Anne varios minutos después. “Te estas quemando por hacerme la pregunta. Te conozco”.
    
    “¡Ay Anne, Anne… ay, ay, ay!, exhaló Estela. “¡Ay hermana!”.
    
    “No te miento, y discúlpame”, prosiguió Estela, “me pasé buen rato pensando en ustedes dos y no me podía dormir. Me ponía a rezar y rezar porqué nomás fueran cosas mías”.
    
    “Deberías de haberte puesto a coger y coger con tu marido mejor, querida”, contestó Anne en tono despreocupado. Ambas sonrieron. Estela un poco menos. Se sintió algo molesta anteponer el coito al rezo. “Mark se quedó dormido en la tele. Por allá como a las 4 se fue a la cama”, agregó Estela. “A las 6 ya estábamos con el ojo pelón”
    
    “Y ¿sabes otra cosa Anne?”. Preguntó.
    
    “Ahorita que llegó al desayuno papi venía guapísimo, lleno de vida, erguido y sonriente”, dijo.
    
    “Hermana, tienes problemas y serios”, dijo Anne sonriendo. “¿Te perturba que papi esté tan bien?
    
    “Lo que me preocupa Anne”, comenzó de nuevo Estela, “lo que me preocupa es que tiene poco tiempo así. En el verano lo veía más amoladón y deprimido, hasta pensaba que se nos iba a morir.
    
    ¿Le estas dando algo?”
    
    Aparte de las ...
    ... nalgas, nada hubiera querido contestarle Anne a su intrusa hermana.
    
    Ambas de vieron y se rieron, reflejando algo de picardía en sus sonrisas.
    
    “¡Eres una pendeja Estela!, pero me encantaría que fueras la misma de antes, como cuando éramos jóvenes y solteras, antes de que te volvieras tan mocha. ¿Cuándo te perdí, cabrona?” dijo Anne, dándole un beso en la mejilla.
    
    “Fíjate que sí”, continuó Anne. Le puse unas inyecciones de Bedoyecta durante dos semanas y unas vitaminas múltiples muy buenas que me recomendó el Dr. Luis, cuando lo revisó. Ha sido un éxito. Si, lo veíamos jodidón. Raúl me comentaba que también se le hacía muy apagado. Nomás velo ahora. Llegó un domingo a la casa y era otro, como por arte de magia”.
    
    “Ay Anne, pero ¿cómo anda de sus análisis? Siempre ha sido medio descuidadón con eso. ¿Su próstata? Me preocupa. Y luego nunca ha sido muy de la iglesia, nomás cumple con lo básico y a veces” continuó Estela en tono preocupado.
    
    “El Dr. Luis no me cae bien. Es divorciado”, continuó Estela en tono recatado.
    
    “Será, pero es un excelente médico”, precisó Anne. “Es una eminencia y muy atinado, además se conocen de toda la vida”.
    
    “Veré como le hago para convencerlo que se cheque y que se meta más a la iglesia”, dijo Anne, dándole por el lado a su mojigata hermana, denotando con su expresión que jamás lo iba a hacer.
    
    “Hice cita en el salón de belleza del hotel para las dos, sis”, dijo Anne. “Es a las 2 de la tarde”.
    
    “¿Estás loca o qué?”, contestó Estela ...