migración en pareja - Relatos Eróticos

migración en pareja

... puntual, apenas venían llegando los invitados, me asome a l balcón que daba hacia la entrada principal, yo era el mas sonriente y amable con la gente, aprox 8:30 desde arriba vi como mi mujer se bajo de un taxi y entro al edificio, solo tenia que tomar un ascensor y llegar a la terraza, ahí era el coctel. Estaba seguro que en cualquier instante Elena aparecería en la terraza, solo tenia que tomar un ascensor, tardaba mucho, yo no entendía el porque, solo tardaba, me inquiete, baje a buscarle, no la encontré. Lo único que se me ocurrió fue pensar que Elena se arrepintió y cuando llego se acobardo y se hizo la ofendida y habrá huido a casa. yo decidí tomar un par de tragos gratis y volver a su lado. (mi único deseo es que cuando yo vuelva a casa ella siga vestida como se arreglo hoy, se veía hermosa, eso pensé al ver que Elena nunca apareció en la terraza.

Intente relacionarme con 2 mujeres y con una pareja de rumanos, ninguna de mis interacciones estaba dando resultado, me consolaba la idea de que gane la competencia con Elena, al menos gane por ausencia. Al menos me atreví, ella no. Gallina. 

Aprox a las 11 de la noche, estaba aburriéndome, solo seguía en el lugar porque había tragos gratis, pero la verdad este asunto de socializar ya me había puesto de coña, esto ya no estaba siendo lindo, me siento excluido de la sociedad. me quede sentado viendo una “obra de arte” era una especie de collage de recortes de revistas pornográficas de los 70 u 80s, de ese papel ...

... descolorido, en unos colores claros muy velados, con definición muy burda y con modelos muy sensuales en cuerpos robustos y maquilladas como tu tía la mas vieja. Todos estos recortes de mujeres rellenitas estaban perfectamente acomodados como parte de la piel de una foto igual de vieja, pero mucho mas grande. Estaba observando esa innovadora (sarcasmo) corriente artística, estaba pensando en lo devaluados que ahora son los artistas, cualquier pervertido ya puede auto llamarse artista.

Sigilosamente a mi lado se postra una mujer de aproximadamente 40 años, es alta trigueña, con cabello negro, sedoso, se ve elegante, se ve linda y muy sexi, huele delicioso, no he podido darle un repaso visual por su trasero o piernas, ambos estamos observando la “pintura”, ella me dice directamente: ¿te gusta? Yo respondo desde el fondo de mi corazón, NO. Ella sonríe y dice: dime por qué. Yo contesto que porque no me parece arte y bla bla . . . despotrico mi punto de vista. Ya estamos de frente, yo ya puedo ver su escote, casi no tiene tetas, pero sus labios y ojos son de fantasía, ella es muy sonriente y parece interesarse en mis palabras, cuando se me acaban los argumentos destructivos sobre la obra de arte ella me dice: aprecio tu punto de vista, yo soy la autora de toda esta exposición y este tipo de comentarios sobre mi propuesta me hace entender que lo que hago esta en el camino correcto. Yo me apeno horrible. Ella me calma y me propone un tour por la galería, me pide una oportunidad para su ...