migración en pareja - Relatos Eróticos

migración en pareja

... orgasmo muy sonoro y muy húmedo, yo pude ver y sentir como su vagina apretaba y soltaba fuertemente como válvula de agua, ambos nos corrimos en abundancia, ahí no había mucho con que asearnos, así que como pude con los pantalones en tobillos, fuimos al baño, nos limpiamos con toallas de papel y volvimos a la fiesta. Cuando estábamos en el ascensor ella me dice en tonito de broma o de sarcasmo o de coña: “yo soy una bruja y he venido a darte una bendición, si decidís que la aceptas solo tienes que vencer un reto” yo le sigo el juego le digo vale, ¿de que vas? Julia me dice que podre cobrar mi bendición a partir del sol de mañana, la única condición es que aguantes toda esta noche sin mentir, no puedes mentirle a nadie en lo que resta de la noche, si mientes mi bendición se convertirá en maldición. Yo me rio y acepto el reto. Ella me lame con la parte fina de su lengua mi barbilla, se abre la puerta del ascensor y estamos de nuevo en el bullicio de la exposición en una fresca y ventilada terraza, en cuanto damos un paso al frente Julia es abordada por mucha gente y me pide de manera muy elegante y educada que le permita un segundo en lo que atiende a sus invitados, yo camino por ahí en búsqueda de los meseros con canapés y bebidas, mi vista se clava en un rincón lejano de la terraza, era una mesa alta con periqueras que estaba del otro lado de una vidriera, digamos que esa mesa estaba en una parte interna del lugar, mientras yo estaba al aire libre, en la mesa habían 4 hombres ...

... y ¡ELENA (MI MUJER)!, ella seguía vistiendo su falda rosa y su playera beige  y sus zapatillas altas rojas; ella estaba sentada en una mesa con varios hombres pero el que tenia en su lado izquierdo era un señor (aprox 60), con barba canosa, calvo, y gordito; el tenia su mano entre las rodillas de mi mujer, le estaba acariciando las piernas a mi esposa, y ella no parecía para nada incomoda, yo me quede petrificado, no sabia como reaccionar, paso el mesero de las bebidas y de hilo me bebí 3 copas de champagne, a ella se le veía sonriente y divertida, el viejo no quitaba su mano de sus piernas y de pronto ella se estira y le da mordiditas en el lóbulo de la oreja, yo observaba desde lejos, los tipos de la mesa devoraban babeantes con sus lascivas miradas  el escote de mi mujer, mi corazón palpitaba como tren, no sabia que hacer, yo trataba de pasar inadvertido y procuraba que ella no me viera. Elena se levanto de su asiento y don viejo pelón le dio una sonora nalgadota, ella sonrió, después camino hacia los baños,  uno de los tipos de la mesa se levanto tras ella y a unos pasos la intercepta y ella muy amable le da la mano y juntos caminan hacia los baños, cuando llegan al área de dividirse (niños y niñas) el tipo juega a querer entrar al baño con ella, ella muy risueña lo empuja y le dice que no, le hace seña de que la espere ahí, el se queda parado afuera de los baños, la esta esperando, yo me acerco, no comprendo que esta pasando, quiero protegerla, estoy afuera del baño de ...