Sexo en exceso sin mi marido - Relatos Eróticos

Sexo en exceso sin mi marido

... relaciones sexuales desde hace meses y por fin me dijo que yo lo tenía loco desde la noche anterior, que quería darme una buena cogida me dijo.  Yo me quedé estupefacta.  El agregó, -si no quieres, me voy y esta reunión nunca tuvo lugar-.  Guardé silencio, no le había sido infiel a mi esposo nunca.  El se puso de pie y antes de abrir la puerta, lo detuve y le dije que me prometiera que su ofrecimiento era verdad, él me lo aseguró.  Por primera vez no sabía que debía hacer en ese momento, así que él tomó la iniciativa y me abrazó y sus manos rodearon y acariciaron mis nalgas, me dijo que no me asustara, que todo saldría bien.

Nos fuimos a la recamara, me dijo que me diera un baño caliente y él me esperaría en la cama.  Salí envuelta en la toalla, allí estaba Miguel recostado en la cama, desnudo sobándose la verga, que era de buen tamaño y gruesa, ya casí la tenía bien parada y brillosa de tanto frotársela.  Me dijo que me quitara la toalla, me la quité y el se sentó en la cama y dijo -si que eres preciosa Julia-, luego me llamó para que me subiera a la cama por los pies, mientras se frotaba la verga, me subí en cuatro y fui colocándome entre sus piernas, él me señaló su verga quería iniciar por una felación mía.  Inicié tomando su verga y masturbándolo, pero el me ordenó que me la metiera a la boca, metí su glande, que no era pequeño y lo chupé varias veces, luego inserté otro poco más de su verga en mi boca y lo mamaba metiéndolo y sacándolo de mi boca, al rato metí otro ...

... poco más de su verga, posiblemente la mitad de ella y repetí el procedimiento, oí unos gemidos de satisfacción de Miguel, pero él quería más y tomándome de la cabeza me metió otra buena parte de su verga, y la mamé, solo que ahora tenía a él sujetándome y la acción era más rápida.  Luego me dijo -súbete sobre mi verga!-, me fui trepando sobre su torso y tomando su verga con la mano la puse en mi rajita, luego el elevó su pelvis y me penetró, sentí su carne deslizarse por mi vagina y luego me hizo sentarme sobre ella ensartándome toda.  Luego me dijo que me moviera, yo inicie a cabalgarlo lentamente, pero el pedía más y más rápido, tomaba mi senos en sus manos y las apretaba, me jalaba para adelante para mamar mis pezones.  No quería, pero me iba excitando poco a poco, su verga no podía pasar desapercibida pues me llenaba la rajita como nunca antes, además su movimiento de pelvis me estaba llevando a una corrida tremenda, no pude evitar gemir y casi gritar cuando me sobrevino un orgasmo.  Inmediatamente el se levantó y me tiró hacia atras, su verga nunca salió de mi vagina, ahora quedó encima de mi entre mis piernas cogiendome duro, me levantó las piernas a la altura de sus  hombros para tomar mis pies y chuparlos, sentí mis deditos entre sus labios y su lengua pasándome entre ellos.  Al parecer le gustaba mucho lamerlos, lo hizo con todo mi pie.  Al terminar tomó mi otro pie y realizó lo mismo, era muy sensual y erótico, me puso muy excitada.  Miguel aumentó sus bombeos, me ...