LA PATRONA EXIGENTE 2
Fecha: 26/07/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... risas no paraban nunca. «Tenés que traer a tu nena para “hacerle” la colita. ¡Lo quiero ver!» «¿Te vas a poner “entretenida” como hoy?» «Por supuesto. Todavía no te sentí atrás…, pero… si te quedás a la noche… “te lo presto”…» Al fin terminamos vestidos, y luego de muchos besos y caricias, Paulina salió a la calle, y ante la ausencia de mirones, me indicó que saliera. «Te espero luego.» «Sin duda.»
“Todo el día estuve pensando en su culo. ¡Oh! ¡Qué maravilla sería metérsela…, y acabarle adentro! ¡Estaba desesperado por tener ese culo en mis manos, en sobarlo, besarlo, chuparlo, lamerlo…, y al final metérsela! ¡Qué genial sería! ¡Nada mejor! ¡La más maravillosa maravilla! Es lo que deseaba. Las chicas del curso estaban intrigadas porque no les daba pelota. Ellas sabían que yo siempre estaba tratando de “levantarme” alguna para ir a coger…, pero hoy no les doy bola… ¡Ay Paulina! ¡Te adoro! Nunca en mi vida me había sentido tan sometido a la necesidad de un culo. No sé si Paulina lo haría definitivamente, o sólo serían palabras. ¿Me quedaré con las ganas o será posible? Es lo único en que pensaba; su culo, sólo su culo. Algo tan maravilloso. La locura de su culo. Al anochecer fui a su casa, la mía en realidad…, pero, luego de entrar a mi cuarto a dejar mis cosas, me fijé que los muchachos no estuvieran y golpeé en la puerta de la cocina. Paulina abrió inmediatamente y “me entró” a la cocina, tomándome del brazo. En cuanto cerró, me abrazó y besó…, con las lenguas en una ...
... lucha erótica. Además, por supuesto, tomé sus glúteos y los apreté contra mí. Pauli me puso la mano sobre el bulto, ya bastante notable. Me dijo al oído… «¿Querés que vayamos a la cama? Te estuve esperando todo el día… ¡no doy más!» «¡Si, claro! ¡Me muero de ganas! Pero… ¿puedo bañarme antes? No me gusta hacer “cositas” después de dar vuelta todo el día…» «¡Si! ¡Vamos los dos!» Paulina me tomó de la cintura…, yo la tomé del culo…, apretando uno de los cachetes. «¡Oooohh! Me parece que empezaremos en el baño.» «¿Por qué no?» Me giré y la besé. ¡Está tan hermosa! Nos desnudamos mutuamente, recorriendo nuestros cuerpo con besos y lamidas… Me agaché y la chupé. «¡Eh! ¡Te recortaste los pelitos!» «Si, para que te sea más fácil chupármela. ¿No esperás a que nos bañemos?» «Con vos no. Me gustás en todo momento.» «¡Sos divino!» ¡Y me tomó la pija, haciéndome una pequeña paja! Besé las nalgas y las separé, para llegar con la lengua al ano, mientras ella abría la ducha y controlaba la temperatura, y nos metimos en la bañera. Nos enjabonamos recorriendo con las manos cada centímetro de nuestra piel. Me detuve especialmente en las tetas, luego con dos o tres dedos en la concha y un par de ellos en el culo. Paulina siempre sonreía, me besaba y le daba chupaditas a la pija, deteniéndose especialmente en el glande. «¿Querés probar?» Se inclinó, tomándose de las canillas. «Por la conchita. El culito lo quiero en la cama…» «¡Jajaja! ¡Querés más comodidad!» «Efectivamente…, y vos más relajada…» ...