(9) Cristales helados al amanecer
Fecha: 17/08/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... parece demostrar lo contrario, reconocí que su estado debía de ser frustrante, ponerla en marcha desde la oficina y verse obligada a marcharse, seguramente pensó que tenía planes y ella no estaba en ellos, y no era así, y me hizo pensar en TV, no es la tele, la que no tiene prisa su apellido empieza con V.
En la calle el móvil gruñó dos veces, miré la pantalla, era la que no tiene prisa, preguntaba si estaba huyendo, y que no le importaba ir sin bragas, que esperaba respuesta inmediata, estaba en el servicio peinándose, estaría en la calle en dos minutos, que decidiera.
Esperé al otro lado de la acera, iban saliendo hablando en pequeños grupos, me ignoraban, ellos no y además sonrientes, algunos hacían con los dedos una V, una majadería por su parte, todo estaba pensado, meditado y ejecutado como una operación militar, nunca dejaba nada a la improvisación y obtenía resultados no calculados y este era otro de ellos.
En este caso que casi todas son de piñón fijo, y aunque no me quiero apartar de las 20 mujeres sin bragas. Seguro que a todas les parecería algo absurdo ir en persecución de una tormenta en el monte y desnuda meterse debajo de la lluvia, ducharse con el fuerte aguacero, impensable para sus mentalidades, pero se pierden algo trascendental.
No ven la conjunción con la naturaleza del ser, somos agua, y tampoco se dan cuenta del cambio que se produce en nuestro cuerpo cuando entramos en el mar, yo, buceo con los ojos abiertos y siento algo especial, me ...
... siento protegido por los metros de agua que tenga encima de mi espalda y la lluvia empieza en el mar, es un ciclo natural y hermoso, como las tormentas, bueno, ya me he disparado…, vuelvo al camino, la que no tiene prisa está mirándome desde la puerta del pub, seguro que sabe que no estoy, que solo ve mi cuerpo.
Se acercó despacio, el cuerpo ligeramente echado hacia atrás, su pelvis adelantada, y sus pasos lentos e insinuantes. En su rostro cierta sonrisa calculadora, y mis datos recogidos no estaban equivocados, sobreexcitaba, receptiva la cien por cien y cuando estuvo a mi lado, me fue dando con su dedo índice en el esternón diciéndome despacio, que lo primero de todo, que la llevara desayunar fuerte, y que hablaríamos de la prisa.
Empleando un talante persuasivo, en su mirada cierta promesa, pensé en la segunda parte de su frase. Ni quien se la meta.
No estábamos lejos de una buena cafetería cerca del teleférico, olvidamos los coches ya que estábamos fuera de zona de estacionamiento limitado. Es algo cara pero comes lo que quieras. Ella, TV, no se anduvo con remilgos, yo me dediqué a las porras y churros, ella por bollos a la plancha, zumos y frutas, total 10 € cada uno, un lujo.
En el camino de vuelta en busca de los coches, se colgó de mi brazo, yo me mantuve impasible, pensaba que podía estar conspirando, no vi detalle alguno de que fuera una mujer inercial, es decir, que se conforma con todo, ya que eso de tener prisa, es una frase pensada, con fondo y más ni ...