1. Mi despertar en el metro


    Fecha: 18/08/2018, Categorías: Hetero Autor: Javítelaví, Fuente: CuentoRelatos

    ... y le chupé su verga desde la base hasta por fin llegar a su capullo. Absorbí todos sus jugos pre seminales y los dejé resbalarse por mi barbilla. Le empecé a masturbar como una loca y él empezó a decir "puta, qué bien me la estás mamando, sigue así, puta, puta, qué bien, me voy a correr encima de ti". El de las tetas también se había sacado la polla y con la otra mano se la empecé a masturbar. La suya era más grande; por algo el chaval era un mulato que estaba de vicio.
    
    No me podía creer que una señora como yo les hubiera excitado tanto. El que tenía de pie mamándosela se corrió encima de mí, pillándome por sorpresa, por lo que su leche me llegó por todas partes y haciéndome pensar que estaba comportándome como una puta. Al acabar, el tercero tomó su puesto, pero como vio que no reaccionaba a la descarga de hace poco, me puso su polla en los labios y me la meneó ahí hasta que saqué mi lengua y recorrí su glande y luego me la metí hasta el fondo. El mulato, al que no había parado de masturbar (y llevaba un buen rato poseída con ese pedazo de rabo que a duras penas podía coger con mi mano), se puso de rodillas en el asiento y apuntó a mis pechos y descargó sobre ellos, acariciándome con su enorme polla en las tetas, en los pezones.
    
    Luego cogió su semen y me lo restregó por mi cuerpo. Yo gemía como una perra en celo. Él era de los tres chicos el que más me gustaba. No me di cuenta con sus masajes de que al que se la estaba mamando estaba llegando al orgasmo. Un chorro ...
    ... potente me inundó la garganta y tuve que tragar su semen, cosa que me repugna bastante. El segundo chorro me quedó en el paladar y el tercero y cuarto y quinto se me quedó entre los labios. El chico no paraba de eyacular...
    
    El primero se había vuelto a excitar y me agarró de las piernas con intención de follarme. Le dije que ni hablar. Me insultó y me dijo que les excitaba y luego quería dejarles con las ganas. Ni hablar. El mulato me empezó a besar y sus besos se los devolví con la boca abierta, metiéndole la lengua y acariciándole el pelo. El otro aprovechó y me la metió de un golpe. Jadeé, pero el mulato me metió la mano en las nalgas y un dedo lo metió en mi ano. El chico, sin condón y sin preocuparse, estaba con un mete saca frenético y sin compasión. Se corrió encima de mí sin contemplaciones, pero yo seguía enfrascada con mi negrito, masturbándole. El tercero me levantó y me separó de mi hombre y me aplastó contra la puerta. Me levantó una pierna y me la metió.
    
    Notaba el semen del otro chorreando por las piernas. Su polvo fue más intenso que el anterior. Quizá mi vagina ya estaba muy irritada, así como mis nalgas y mis pechos, que ya no se conformaba con chupar, sino que quería morder. Acabó y miré a mi negrito y le dije que le quería tener dentro. Me ordenó que pusiese el culo en pompa y le obedecí, poniéndome de rodillas y con las manos en el suelo. Me la metió por detrás y me agarró los pechos, diciéndome que era la puta que más le había gustado nunca, que me ...