1. Calenturas con mi suegra (Parte 2 - Final)


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Erecto, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentir dentro el fuerte chorro helado de la champagne se estremeció y vi que abría unos tremendos ojos, le llené la concha y la saqué, el líquido salió como cascada y tomé esa mezcla de licor con jugos de zorra, hice lo mismo tres veces hasta que se terminó, mi suegra estaba loca, sentir esos chorros helados y burbujeantes en su interior llegaba a tiritar de la gozada que había sentido, esta vieja se las sabía por libros la degenerada de mierda. Seguía tiritando de placer por lo que la acosté en la mesa la metí la punta de la botella en la concha y le puse la pichula en la boca, me la chupó hasta las bolas mientras me la culeaba con la botella, acabe y le llené la boca de mocos que se los comió todos mientras acababa con la botella metida casi hasta la mitad.
    
    Pasado un buen rato todavía tiritaba de placer la muy puta. Dormimos como dos horas para recuperar fuerzas, despertamos más relajados, nos comimos unos sándwiches que traía y me contó que su ex marido le hacía con el champagne en la concha y que siempre lo había disfrutado. Era la segunda.
    
    Nos dimos un jacuzzi y nos echamos otro polvo con toda calma, de nuevo nos chupamos todo, lo que más me gustaba era chuparle el poto, me enloquecía, metía mi cabeza entre los cachetes y le lengüeteaba su rosado hoyito, era lo máximo para mí. Acabé en sus tetas ya no me podía el cuerpo, no daba más. Era la tercera.
    
    Descansamos nuevamente, yo pensaba que no se me iba a parar nunca más mi pichula era una miseria, no ...
    ... reaccionaría ni con la miss universo.
    
    Puso una película porno y me dormí profundamente, cuando desperté ya estaba oscuro, y ella con la pichula en su boca, no reaccionaba, ahora te toca por el culo me dijo, al parecer mi pichula la escuchó y no sé de dónde sacó fuerzas y se paró, seguramente pensando en encularla de nuevo, no me queda moco ni para pegar una estampilla pensé, pero seguía en la lucha, vamos Ricardo me dije, hay que partirle el hoyo, ya me ponía más caliente y tomé la crema y la esparcí en el hoyo y en mi delicada pichula, ella se subió sobre mí y poniendo el poto hacia mi cara se la empezó a meter lentamente, al ratito estaba toda adentro, vamos Ricardo pensaba, tu puedes, se la metió hasta las bolas mientras se pajeaba, yo miraba su poto moviéndose de arriba abajo y la pichula aparecía y desaparecía entre los cachetes, que rico era sentirla en su culo, era ella la que me culeaba, cuando estábamos en lo mejor, agarra el tiesto con agua y hielo y me lo tira todo en las bolas, en ese minuto creí que me iba a morir, sentir el hielo en mis bolas me provocó una reacción tremenda, la sensación fue absolutamente inimaginable, mi pichula se agrandó a su máxima potencia y después de dos metidas hasta el fondo acabé como la primera vez, estaba loco, esos segundos de frío fueron interminables de puro placer, la muy puta se rio después de acabar y me recordó cuando me la culeé en la cocina que no me iba a olvidar de este momento.
    
    Era la cuarta. Estuvimos abrazados largo rato, ...