Segundo puesto
Fecha: 28/07/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... las contracciones y babeaba con la cabeza ladeada, detuve mi boca y despacito entré otra vez, ella empujó levemente, murmuró que despacio y la dejé en libertad, ella se movió cerrando sus piernas por detrás de mis corvas y así estuvo un buen rato.
Terminé en su ombligo, ella seguía en brazos del placer, limpié su vientre y a dormir, a la mañana siguiente cuando desperté me estaba mirando en silencio, pregunté si pasaba algo, no respondió, dijo tan solo que aun la duraba, y que a partir de ese momento el sexo para ella había cambiado, me habló de algunos de los polvos que la habían echado, todo eran rápidos, alta velocidad, y que nunca volvía con ellos, ni tan siquiera ese chupeteo de sus pezones que yo la hice al principio, como tampoco ese mordisco en el costado, que la excitaba de pensarlo, se había ladeado pidiendo que apretara más, no la hice caso, se trataba de producirle sensaciones que desconocía, como en su espalda, cerca de la cintura, dijo lo mismo, y una vez dijo que me detuviera o se meaba, cierto es que tuvo una fuerte sacudida.
Siempre pensé que el cuerpo de la mujer hay que explorarle muy despacio, y sobre todo escuchar que sale de su boca, es el mejor guía, y de esta chica guardo muy buenos recuerdos, aunque me haya meado, si, como lo digo y debo reconocer que me sorprendió gratamente, su temperatura era superior a la mía, y cuando el placer remitió se quedó pasmada, la cama tenía protector por tanto solo fueron las sábanas, se puso colorada pero yo le quité hierro al asunto.
En el asiento del coche quedó su humedad y días después, no pude evitar pegar la nariz al asiento, aún desprendía su fragancia, interior y exterior.