LA PATRONA EXIGENTE 5
Fecha: 20/08/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... el culo. «¡Papito! ¡Me viene!» «¡Si! ¡Dale!» En el momento del orgasmo se la saqué e inmediatamente le metí el glande en el hoyo. «¡Te siento! ¡Me la metiste! ¡Dale!» Fui empujando poquito a poco. Entraba despacito y sentía como me la apretaba. «¡Uy Diossss! ¡Cómo la siento! Me arde un poquito, papi…, pero no parés…» «¡Estás divina mi amor! Es tan lindo verla entrar… Estás bien mojadita… ¡Qué culito maravilloso!» No eran meras palabras. Era maravilloso ver como la pija perdía dimensión en la medida que entraba. Me volví a echar lubricante en la pija. Salí un poco y entré nuevamente, más lubricado. Fui dilatando el culito poco a poco, abriéndome paso por el recto. Cada centímetro adentro, me detenía, tratando el acostumbramiento de Ludmi. Ella gemía muy despacito. Yo entendía que no quería darme la sensación de dolores… Estaba dispuesta a aguantar, con tal de tener la pija adentro. Mordía la almohada y se aferraba a las sábanas con los dedos. La saqué nuevamente y volví a lubricarla. Lo hice un par de veces…, hasta que sentí que Ludmi se relajaba lentamente y aflojaba sus manos… Aparentemente el dolor se convirtió en placer y comencé con un suave bombeo…, lento y rítmico. Seguí más fuerte…, golpeando con los huevos sobre los labios externos. El ¡plof! ¡plof! ¡plof! se convirtió en puro ritmo…, hasta que la nena se adaptó, reculando “al compás”… Sacaba la pija, la volvía a lubricar y volvía adentro. Ya era todo placer para Ludmi… En eso vi a Pauli en la puerta de la habitación ...
... sonriendo, con una de sus manos acariciando su peluda concha… «¡Ay papi! ¡Papi! ¡Qué lindo…! ¡Qué sensación extraña! ¡Es raro pero hermoso!» «¡Ya te acostumbrarás a gozar con el culito!» «¡Me viene! ¡Llename por favor! ¡Quiero sentir tu leche! ¡Quiero que llegués hasta mis tripas!» «¡Ahí va nena…!» «¡Sííí! Te siento…» Pauli, desnuda, apenas cubierta por una bata, se acercó hasta la cama, a mi lado… Yo tenía a Ludmi agarrada de la cintura y empujaba con todo, sacudiéndome…, mientras la nena hacía lo mismo. Las sacudidas mutuas hacían temblar todo. «¡Jajaja! ¡Tengan cuidado! ¡No me rompan la cama!» Pauli estaba preparada. Me di cuenta. Luego de unos minutos de relajación, la fui sacando despacito. Sabía lo que venía. «Quedate quieta, amor.» Pauli le daba instrucciones a la nietita. En cuanto la pija salió del culo de la nena, Pauli se agachó y apoyó su boca en el hoyito. Venía la sorbida de semen. Di vuelta a la cama y me arrodillé frente a la carita de Ludmi. La pija fue directa a su boca. Apoyada en los brazos, chupaba mientras la abuelita le sorbía el culo. Todos estábamos gozando. «¿Vas a jugar con nosotros abu?» «Claro, mi amor. Me gusta mucho lo que hacen…» Nos acostamos. La nena junto a mí, y Pauli junto a la nena. Ludmi quedó en el medio. Nos besamos y acariciamos. Pauli y la nena hablaban como si yo no existiera. «¿Te gustó, mi amor?» «Si abu. ¡Muchísimo! ¡Qué lindo que lo hace! No duele nada. ¿Vos también lo hiciste con él? ¿Te hizo la colita?» «Si nena. Muy rico. Por ...