el intruso 6 - Relatos Eróticos

el intruso 6

... alfombra de la habitación, voltee al umbral de la puerta y vi a mis dos hijos, estaban parados mirándome, veía miedo en sus ojos. Ahora me sentía culpable, use la fuerza contra ella y mis hijos lo presenciaron, pero ya no había marcha a atrás, con voz autoritaria les ordené ‐ Vayan a su habitación y empaquen su ropa en la maleta grande ‐ ¿qué?—preguntó perlita desconcertada ‐ Que empaquen ya, nos vamos ‐ ¿Quiénes? ‐ Nosotros tres, su madre se queda aquí ‐ Pero…-- perlita iba a preguntar, pero no la deje ‐ Empaca ya Mi voz fue autoritaria y ellos desaparecieron corriendo a sus recámaras, Carmen seguí hincada llorando, me miró con ojos de súplica ‐ No te vayas, no mi amor, por favor, no te vayas snif snif ‐ Lo siento, tomaste tu decisión y yo la mía ‐ Se acercó e intentó abrazar mi muslo pero la retiré bruscamente ‐ No me toques, ya no te acerques, me das asco, pensé que nunca sentiría eso por ti, pero ahora es lo único que siento… asco por ti ‐ No mi amor snif snif, no me digas eso, castígame, pégame, pero no me dejes por favor… snif Sus ojos ya eran de súplica pura, caminé a mi closet, me puse un pantalón y la primera camisa que encontré, saque cuanta ropa pude con mi brazo y la puse sobre la cama, tomé la maleta de viaje y ahí la metí sin acomodar, Carmen desde su posición, a lágrima suelta, veía como aventaba las cosas a la maleta ‐ No te vayas por favor, no… snif Cerré la maleta y sin verla salí de la habitación mientras escuchaba su llanto, busqué a mis hijos que con la ...

... torpeza propia de un niño empacaban, les ayude de la misma forma que lo hice y tomé las dos maletas ellos en pijama me siguieron asustados, salimos de la casa y subimos a mi coche, arranque y partí sin saber a dónde ir, el primer lugar que pensé fue la casa de mi cuñada, no supe porque, pero después pensé que no sería prudente. Vague un rato por la avenida principal y por fin vi un motel donde poder pasar la noche, ese sería un buen lugar para descansar y ya en la mañana planearía que hacer. Llegue la entrada y una persona se me acercó, se desconcertó cuando me vio acompañado de dos niños. ‐ Hola disculpe necesito una habitación para pasar la noche con mis hijos El tipo vio la escena y medio comprendió el motivo, pleito marital, habló por su radio y recibió respuestas en números ‐ Pase a la habitación 404, es la del fondo, ahí le cobraran por la noche completa ‐ ¿Tiene camas dobles? ‐ No, esto es un motel de paso, tenemos camas grandes, pero solo una por habitación Pasé a la habitación señalada y pague en la entrada, la cortina eléctrica descendió y mis hijos bajaron, no baje las maletas, no había necesidad de hacerlo, ya estaban en pijamas. Entramos y mis hijos se emocionaron, más Toñito, porque la habitación era muy lujosa y bien decorada, vieron el espejo en el techo y jugaron con su reflejo, yo me senté en la cama y reflexioné ante lo que había hacho, me sentía mal por haber bofeteado a Carmen, miré mi mano derecha con la que la había golpeado y sentí como punzó por la ...