1. Un profesor, una alumna y un colegio católico – Parte 6


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues

    ... me va a aprobar? Si esto hubiese ocurrido en algún momento a. c. (antes de Cecilia), le habría regalado el pase, tan solo a cambio de un inocente beso suyo en mi mejilla. Pero ahora mis acciones cotizaban muy alto en la bolsa de valores de mi autoestima. Mis calificaciones tenían otro precio. La única que puede aprobar mi materia sin estudiar es Cecilia… y aun así estudia. Sonreí sarcásticamente y la pasé de largo. Puse la llave en la cerradura, abrí la puerta, tiré mi portafolio en el asiento trasero y me subí. Cerré la puerta, puse la llave en el arranque y encendí el motor. Los preciosos ojos de Micaela casi se desorbitan. No lo podía creer. Fracasar seduciendo profesores no formaba parte de sus costumbres. Estaba perdiendo el invicto. Trepó el capó y de rodillas sobre él, con las piernas abiertas y sus pequeñas manos sobre el parabrisas, se veía tan exquisitamente asustada y vulnerable, que no pude evitar pensar en las cosas que le haría si ella tuviera tan solo la mitad de la actitud de Cecilia. Estaba nerviosa como si alguien le estuviera apuntando directo a la cabeza con un arma de fuego. Al verse perdida gritó desesperadamente: - ¡Usted no puede hacerme esto!… Su voz sonó a genuina desesperación de vida o muerte. Bajé el cristal de mi ventanilla y muy calmadamente le respondí: - Micaela… sería muy saludable para ti bajarte ahora mismo de mi auto… por dos razones: primero porque te está mirando mucha gente y estás brindando un espectáculo muy indigno de tu clase y ...
    ... segundo, porque te bajes o no, voy arrancar, me iré a mi casa, corregiré los exámenes con total justicia y los que aprueben serán libres, mientras que a los otros los veré en febrero. Nunca olvidaré la expresión de su rostro. Pensé que estallaría en lágrimas. Se bajó apresuradamente y vino hacia mí hablándome a través de la ventanilla: - ¡No puede ser tan insensible!… - ¿Insensible a qué, Micaela? - Mire todo lo que hago por usted… - ¡Ay!, Micaela… Me pasé todo el año pidiéndote que estudiaras y tú sí que fuiste insensible conmigo. Ahora es mi turno. Puse en marcha el vehículo y lentamente la fui dejando atrás. La última vez que la observé por el retrovisor la vi tirando pataditas contra el suelo. Menuda rabieta le dejé. Creo que sus planes de diversión veraniega se van a ver ligeramente trastocados. Tendrá que estudiar literatura todo el verano. Eso le enseñará a no ser tan calienta hombres, si no está dispuesta a ir al frente y jugarse la piel. Es la mejor lección que pude darle. Después de todo, me debo a la docencia. Esa tarde de miércoles, cuando terminé de calificar los últimos exámenes me sentía exhausto, acalorado y con un exceso de traspiración que solo una buena ducha podía reparar. Por suerte no debía entregar los promedios finales hasta el lunes, de modo que podía permitirme un relax. El agua tibia me relajó por completo y con solo una toalla grande anudada a mi cintura, salí del vaporoso baño, para vestirme en el dormitorio. La persiana de mi ventana estaba baja, ...
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