1. Sueño realizado


    Fecha: 23/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... disfrutarlo. Empecé a subirle la falda y tocarle las piernas por el interior del muslo, que tal como me había dicho Carlos, para romper una posible resistencia inicial, la ponía muy caliente. Luego empecé a tocarle su redondo y duro culito. Notaba por su respiración que ella empezaba a estar caliente también. Volví a los muslos para enseguida pasar a acariciarle el sexo por encima de las braguitas que, tal como pensaba, ya estaban un poco mojadas. Al cabo de un rato pasé a desabrocharle la blusa, muy poco a poco, besando y lamiendo cada centímetro de su cuerpo, disfrutando cada momento.
    
    Cuando llegué a sus pechos, turgentes y con los pezones muy duros, empecé a lamerlos con delicadeza. El placer era infinito: había soñado tantas veces con esos pechos, los había imaginado tantas veces tras el biquini o tras el el jersey ajustado, insinuándose en toda su perfección, que no podía creerme que los tuviera para mi, que podía disfrutar de ellos cuanto quisiera. Ella había empezado a gemir.
    
    Al lado nuestro, y tocándonos en muchos momentos, estaban Carlos y Judith. Imaginé que Carlos estaba acariciándole los pechos, que era lo que yo le había dicho que ponía más caliente a Judith. Ella estaba gimiendo de tal forma que tal como la conocía yo, sabía que debía estar que no podía más. Al momento oí una cremallera que bajaba y enseguida un gemido de placer, seguido del típico ruidito que se hace cuando se hace una mamada. La idea me pareció muy buena y bajándome los pantalones, ...
    ... acerqué mi polla a la boca de Ana, la cual en cuanto noto el contacto con sus labios los abrió y empezó a recorrerla con una dulzura increíble.
    
    Sus labios y su lengua envolvían mi polla, recreándose, chupándola, lamiéndola, haciéndola crecer más aún si cabe. Al cabo de un rato le aparte la cabeza, pues estaba a punto de correrme, y sabiendo que posiblemente no tendría otra oportunidad, quería tirármela al menos una vez. Le quite las braguitas totalmente empapadas y me dispuse a penetrarla.
    
    Al lado oí como Carlos se quitababa los pantalones y al cabo de un momento oí un gemido de placer de Judith super intenso, por lo que deduje que ella había sido penetrada. En uno de mis movimientos note que era Judith la que estaba encima de Carlos y se iba moviendo poco a poco, disfrutando también al parecer del momento y queriéndolo hacer durar.
    
    Yo estaba muy caliente en ese momento: saber que Judith le había hecho una mamada a Carlos, que se lo estaba tirando; que yo tenía a Ana debajo mío, con el sexo muy húmedo y deseando ser follada por mi y que iba a disfrutar de todo su cuerpo como siempre había deseado.
    
    La penetré con fuerza. Ana, dio un grito de placer. Una vez dentro, me propuse disfrutar yo también del momento y hacerlo durar. Empecé con movimientos muy suaves, de un lado a otro, en circulo, sacando casi del todo mi polla y haciendo jugar mi punta con su clítoris. Sus gemidos eran cada vez más intensos, pero yo seguía controlándome, besándole en la boca con suavidad, ...