1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (23)


    Fecha: 28/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... dentro.
    
    -¡Aaahh! mi vida, mi verguita adorada métela entera hasta que no puedas más. -mi Pablo empezaba a sudar y se bajó para besarme en los labios.
    
    -Te has estrechado Ángel, antes era más fácil entrar en ti, no te abres para que mi polla te entre mi amor, pero me gusta que estes así de estrecho. -después de descansar dándome besos volvió a subirse, pero ahora podía hacer mas fuerza apoyándose en las dos manos.
    
    -Mi amor te siento prieto, abre tu culo, relájate, deja entrar a mi verga precioso. -según hablaba sentía como la polla avanzaba sin descanso y sin detenerse adentrándose en mi vientre.
    
    Ahora estaba más estrecho y era natural, la única verga que me daban era la de Álvaro y esta era más pequeña que la suya.
    
    -Pablo, ya entra amor mío, la siento avanzar en mi tripita y como me va llenado, cariño, que delirio, que placer sentirla otra vez.
    
    -Ya, ya eres mío, no puedo meterla más, no va más adentro.
    
    -Descansa amor, tengo el culo muy tirante, ¡Ohhh! Dios mío que placer más rico.
    
    Era hermoso, era sublime sentirme lleno de palpitante carne, de la polla de mi Pablo, el sentirme como ahora, ahogado por su peso, aplastando mis piernas sobre mi pecho y con mi culo intentado estirarse para acoger el pedazo de adorable carne que seguía aumentando de grosor abriéndome más el ano.
    
    -Ángel mi amor, mi adorado y pequeño tesoro. Ummm, que culito, que prieto amor, se nota que ahora no te follan como antes, me aprietas mucho la verga, me la vas romper y te la voy ...
    ... a dejar dentro. -mientras me hablaba se iba moviendo arrancándome gemidos lastimeros, con una mezcla de pequeño dolor y un placer que lo superaba y que cada segundo crecía.
    
    -Si vidita mía, la siento rica, me aprieta demasiado pero esta muy buena tu polla, ¡ahhh! Pablo, muévete un poco mi amor, quiero correrme, que rica, que rica, Pablo, que rica es tu vergota amor.
    
    Ya sudábamos los dos y era difícil soportar el placer supremo de su potente polla barrenándome el culito con ganas locas.
    
    -Pablo, me voy a correr amor, siento un placer inmenso, tu verga es un prodigio, dame fuerte mi vida, quiero que me llegue el semen y vaciarme, dame, dame amor, vacíate tu primero, lléname el culito amor.
    
    Sentía sus jadeos y como la verga se le hinchaba por momentos llegando al tope de mi culo, golpeando en el fondo insistentemente como un pilón y cada vez lo hacía más fuerte.
    
    -Ángel te preñaré, te haré mujer en un momento, ya corre la leche queriendo salir de mis huevos, toma, pequeño, coge mi leche precioso, la guardaba para ti mi amor. ¡Ohhhh! mi vida, ya, ya, yaaaa.
    
    Sus espasmos eran brutales y notaba salirle el semen con fuertes latigazos que me inundaban, llenándome la tripita y dándome el mejor de los placeres.
    
    No cesaba de correrse, dando fe de lo que aseguraba antes, tenía los testículos llenos a reventar de semen que ahora me dejaba muy gustoso en mi cuerpo.
    
    -Pablo, abrázame amor, yo también me corro ya. ¡Pablo, amor mío!, no tuve necesidad de tocarme la verga ...
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