1. En el centro de masajes


    Fecha: 27/08/2018, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... cleenex a su cubo y me limpió todo el pubis y las ingles.
    
    Tomándome de mis axilas arrastró mi cuerpo dejando que mi cabeza colgara hacia abajo, se quitó la tanga y me paseó su polla por la cara hasta orientarla a mi boca. Al pasar por mi nariz olía a macho y estaba húmeda por el líquido pre seminal. Me la metió en la boca y sentí el sabor suave de su pre semen y como no tenía vellos en su pubis me la metí y la tragué hasta hacer varias arcadas, me dijo en voz queda:
    
    — Suave, suave, no te atragantes, solo mójala bien con tu saliva.
    
    Eso hice. Solo deseaba tener esa polla que, sin ser excesivamente larga aunque estaba bien, era gorda, pues deseaba, digo, tenerla dentro de mi culo, así que atenué el masaje oral, solo descargaba saliva, para que no se viniera. De pronto me dice:
    
    — No hagas fuerza, solo dirige tu cuerpo hacia donde yo te lleve sin poner resistencia.
    
    Me tomó de los pies y me arrastró hacia abajo de modo que me quedé con las piernas hacia el suelo fuera de la camilla, me dio media vuelta y dobló mi cabeza para que mirara la pared lateral pisando la oreja izquierda. Mis piernas quedaron ligeramente inclinadas hacia el suelo. Abrió un poco mis muslos para meterse en medio, puso una pequeña almohada envuelta el papel absorbente a la altura de las inglés para levantar mi culo y sentí cómo ponía aceite o algo sobre mi hoyito y el glande de su polla gorda iba haciendo un masaje por todo el perineo desde el escroto hasta el ano que me producía mucho placer ...
    ... y me distendió. En ese momento en que él notaba mi cuerpo deseoso, metió su cipote frente al agujero de mi culo y fue empujando, sin poner yo resistencia, como anestesiado, parecía abrir los esfínteres para tragarme toda la polla por mi culo. Notaba la suavidad de su zona púbica limpiamente afeitada sobre mis nalgas y sus huevos tocando mi perineo. Tras guardar unos segundos que me parecían una eternidad inició un suave mete y saca, con movimientos casi circulares, noté que su polla como que tocaba la pared de mi próstata y tras varios movimientos hacia dentro y hacia fuera, empujó del todo y hacia mí y sentí los movimientos de su pubis y polla que parecía más engordarse que moverse, noté hasta sus venas o lo imaginé, sentí sus espasmos y los míos o estos los imaginé, lo que no imaginé sino que lo sentí muy cierto fueron los chorros que salían de su polla y entraban por mi recto y me llenaron como si tuviera un tapón agradable y placentero. Me dio poco a poco la vuelta y nos besamos, pero entonces descargue la leche recién creada y ordeñada sobre el abdomen y el pecho de Eduardo. Entones me dio un beso con todas las de la ley. Sacó su polla y me dio unos cleenex, enviándome al baño. Allí me limpié y salí hacia la sala de masaje para vestirme. Él se había puesto su pantalón de trabajo verde y su chaquetilla blanca. Me preguntó:
    
    — ¿Ahora que te duele?
    
    — Solo un poco el culo, pero a eso ya estoy acostumbrado y se pasa.
    
    Me besó mientras me daba una palmada en las nalgas ...