1. UNA LINDA HISTORIA 5


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... una barrena para madera, varios paquetes de puntillas de distintos tamaños, tacos, tornillos, presillas, cárcamos y alcayatas, alguna escuadras metálicas, varios ganchos de acero, y diez barras metálicas de cuatro metros. Deslizo todo bajo la lona y mi próxima parada deja a las chicas con la boca abierta. Abro la puerta del sexshop y les pido que entren. ― ¿Qué hacemos aquí? – me pregunta Pam, dándome un pellizco en el brazo. ― Me pedisteis algo anoche, ¿no os acordáis? Pam enrojece y Maby se ríe por lo bajito. ― No creeréis que voy a usar el rodillo de la cocina o algo así, ¿no? Hay que ser profesionales – dejo caer, con una gran sonrisa. Quien me haya visto la semana pasada… Mira por donde, hay una chica joven despachando. Lleva varios piercings en la ceja y en la oreja izquierda. Los ojos furiosamente pintados de morado y el pelo naranja. Podría ser atractiva sino usara esas tonterías. ― ¿Buscáis algo en especial? – nos pregunta, con una bonita sonrisa. La tienda es amplia y está vacía, así que puedo hablar en confianza. ― Pues si. Necesito un juego completo para dilatarles el culito – señalo con el pulgar a las chicas. ― ¡Sergi! – exclaman, avergonzadas. ― Bueno, el esfínter. Es más delicado, ¿no? La dependiente se ríe. Ella tampoco se esperaba mi frescura, y si os tengo que decir la verdad, yo tampoco. Me siento otro en la ciudad. ― Bueno, tengo dilatadores intercambiables, y todo un set de equipo anal. Todo depende del tiempo que se disponga – responde, pasando su ...
    ... mirada de las chicas a mí. ― El tiempo siempre está en contra últimamente. Vuelve a reírse. ― Entonces te aconsejo un cinturón reversible – pasa a tutearme. ― Explícame la jerga. Me saca uno para que lo vea. Es como uno de esos cinturones fálicos que se ponen las lesbianas, para disponer de un pene falso, solo que ese pene puede apuntar tanto hacia fuera como hacia dentro. ― El dildo es intercambiable a cualquier tamaño y el cinturón está equipado con baterías recargables y mando a distancia. ― Interesante – digo, dándole vueltas en mis manos. – Pues entonces necesito dos de estos y dos vibradores anales, de tamaño medio. La chica saca dos cajas sin abrir, con la foto explícita de lo que trae en el interior. ― Ah. Un bote de lubricante con buen sabor también. ― Por supuesto, eso va de regalo. ― Muy agudo, gracias – guiño un ojo. -- ¿Veis algo que os gusta? Las chicas están curioseando por toda la tienda. Maby levanta un largo consolador doble, una de esas cosas monstruosas de dúctil textura, que dan tanto morbo en las escenas porno. Es como si un alquimista loco hubiera unido a dos grandiosas pollas roseas, por su base, cada glande apuntando en dirección opuesta. ― Mira, Sergi, es más o menos de tu tamaño. La dependiente vuelve a reírse cuando se da cuenta de que ella es la única en hacerlo. Sus ojos me atraviesan. ― Ponlo también en la cuenta – le digo. El sexshop es el tema de conversación de toda la mañana. Las chicas han alucinado con lo que han visto. Creo que se han hecho la ...