1. UNA LINDA HISTORIA 5


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... particular. En ella, las chicas solían tomar el sol en las dos hamacas dispuestas. Todo un lujo, desde luego. Las paredes del pisito, pintadas de varios tonos, obtienen buenos contrastes relajantes y todo el suelo es de auténtico parquet de madera. ― ¿Es caro? – pregunto. ― 500 € al mes. ― Está muy bien. ¿Cómo lo conseguisteis? ― Era de una tía solterona de una compañera – explico Pam. ― Si, una de esas viejas chifladas con muchos gatos. Se puso enferma y estaba en el hospital. Su sobrina nos dijo que no creía que saliera con vida. Así que vinimos a hablar con el casero. ― Al principio, no le gustábamos. No quiere gente joven en sus pisos, por eso de las fiestas y demás. Pero en cuanto le sugerimos que nos encargaríamos de repintarlo, de sanearlo, y de deshacernos de los gatos, aceptó. ― La señora murió en quince días. Cuando mi madre estaba con nosotros, mantuvimos la otra habitación que había, donde ella dormía. Pero, cuando se marchó, hicimos una pequeña reforma y la anexionamos al salón. Así ha quedado – explicó Maby, orgullosa. ― Mola – alabo. – Bueno, ¿qué hacemos? ¿Cenamos o movemos muebles, primero? ― ¡¡Mudanza!! Una vez que las chicas ven como queda una cama enorme en una habitación, deciden que así debe quedar, aunque yo no este. Desde ahora, dormirán juntas. Comentan que encargarán un cabecero común para las dos camas, y que la habitación de Pam queda como el vestidor común. Yo les prometo que desarmaré los dos armarios, el de Pam y el de Maby, para usarlos como ...
    ... estanterías para el vestidor. Iba a parecer el de una estrella de cine. Palmean, encantadas. Calentamos un poco de sopa de verduras y devoramos las benditas croquetas de madre. No hay nada interesante en la tele y las chicas deben madrugar. Así que nos vamos a la cama antes de las doce. Hay que estrenar la cama. Las chicas se empeñan en jugar con mi polla de todas las maneras, usando manos, axilas, piernas y, finalmente, pies. Con cada una de ellas sentada a lado, con las piernas extendidas, sus pies masajean, frotan y soban mi polla. Me la han pringado de aceite Johnson y resbala que da gusto. No paro de gemir y ellas se esfuerzan aún más. No tardo mucho en correrme con un berrido. Me dejan recuperarme mientras ellas se afanan en rodar abrazadas, besándose y morreándose. No sé lo que tiene dos tías besándose y frotando sus cuerpos desnudos, pero consiguen ponerme a tono en menos de lo que canta un gallo. Ni siquiera las separo. Aprovecho para meter de nuevo mi polla tiesa entre sus cuerpos, entre sus pubis apretados. La longitud de mi miembro me permite hacerlo. Las chicas se ríen de mi juego y se acoplan a la perfección. Rotando sus pelvis, alcanzan a rozar sus vaginas contra mi polla o entre ellas, dependiendo del movimiento y del impulso. Pronto, los movimientos se convierten en una carrera desenfrenada para alcanzar un anhelado orgasmo. Maby es la afortunada, ya que es quien se encuentra encima de todos, y puede acelerar sus movimientos de pelvis hasta venirse largamente. ...