1. Jaque mate (Parte 1 de 8)


    Fecha: 29/08/2018, Categorías: Incesto Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    Mis padres me criaron bajo los más estrictos preceptos de la religión cristiana, mamé en el seno de mi familia una cultura muy arraigada a la iglesia, todos los fines de semana asistíamos a misa y mi madre incluso fue por bastante tiempo colaboradora en la parroquia y solía ir en la semana alguna que otra vez a rezar el rosario.
    
    Como imaginarán, y como consecuencia lógica, siempre fui una chica muy vergonzosa y timorata a la que le costó engranar en la vida y muchas veces mi inocencia me jugaba en contra.
    
    El punto de quiebre fue a mis dieciocho, cuando quedé embarazada, Mario, o Marito como lo llamaban en casa, era mi noviecito en ese entonces, éramos demasiado jóvenes, inexpertos y con las hormonas fluyendo en nuestras venas, imposible de controlar.
    
    No sabíamos nada, o casi nada, en mi casa jamás me habían hablado de sexo, tema tabú si lo había y otro tanto pasaba en lo de Mario, nos habíamos conocido en los encuentros dominicales de la parroquia.
    
    Fue muy duro enfrentar a nuestras familias, en especial fue una decepción para mi padre quien jamás hubiera imaginado semejante noticia, el soñaba entregar a su hija vestida de blanco en el altar, de blanco impoluto, jamás tocada.
    
    Pero la realidad fue otra y el tiempo curó las heridas, aunque a papá creo que siempre le quedó la espina clavada.
    
    Dos años después papá falleció de un accidente cardiovascular, fue imprevisto, de golpe, lloré mucho, él era muy importante en mi vida, a tal punto que el dolor me llevó a ...
    ... alejarme de Dios, aún hoy no encuentro respuestas y dejé mi fe guardada en el cajón de los recuerdos.
    
    Esa es la arcilla con la que fui moldeada, porque cada uno es una consecuencia de lo que fue, de lo que vivió, de lo que mamó.
    
    Vamos a mi presente cercano, ya tengo veinticinco, vivo con Mario, mi esposo y Romina, mi beba que ya está por cumplir seis añitos, es mi razón de vivir.
    
    Mario ocupa un alto cargo en una empresa de siderurgia, de servicios, no entiendo mucho del tema pero lo cierto es que se la pasa viajando demasiado por todo el país, supervisando montajes y no sé qué cosas más que siempre me cuenta, sus anécdotas son por demás de aburridas, al menos para lo que una mujer como yo pueda interesarle.
    
    En los primeros tiempos mi espacio se llenó con la crianza de Romina, pero desde que había empezado el año inicial del colegio descubrí que tenía demasiado tiempo disponible y poco a poco comencé a sentirme desesperadamente sola e inútil, me di cuenta que me estaba deprimiendo en mi soledad y que si no hacía algo al respecto las cosas no caerían del cielo solo por arte de magia.
    
    Los discutimos con Mario, y con mi madre, y con mis suegros, comencé a buscar un empleo a medio tiempo, si bien mi marido ganaba suficiente para mantenernos, necesitaba sentir que estaba viva, que podía ganar mi propio dinero, necesitaba llenar mi espacio, ser alguien diferente a lo que era.
    
    Así fue que luego de presentar algunos curriculum vitae, luego de tocar algunos contactos y ...
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