1. El Enfermero y el Interno


    Fecha: 29/08/2018, Categorías: Gays Autor: SebasPotterM, Fuente: SexoSinTabues

    Hola me llamo Sebastian y tengo 20 años. Soy un chico delgado pero no muy flaco, cuerpo fibradito estilo twink. Mido 1,68m de estatura, con cabello castaño oscuro, corto y ojos pequeños color café claro. Dicen que mis ojos son lindos. Esto que voy a contar sucedió hace aproximadamente unos ocho meses, cuando yo estaba realizando mis prácticas de último semestre como enfermero en la Unidad de Cuidados Intensivos Adultos del hospital de la universidad. Al ser un hospital propio de la universidad, los estudiantes de medicina y enfermería teníamos un campo de prácticas allí. Mis prácticas en la UCI duraban seis meses. Durante este tiempo vi pasar por allí a varios grupos de internos (estudiantes de medicina de último año), puesto q ellos rotaban cada mes. Un lunes llego a recibir el turno y me encuentro con que hay un nuevo grupo de internos. Los chicos que van saliendo le hacen la inducción a los que van llegando. Así que me llamaron para presentármelos. Habían seis, cuatro hombres y dos mujeres. Obviamente yo fijé mi atención en los chicos, porque de verdad que en medicina hay chicos bien lindos. Al final se la fila mi mirada se cruzó con otra. Un chico alto, 1,82 de estatura, carita dulce, sonrisa amable y unos ojos café oscuros que miraban a través de unas gafas que le sentaban de maravilla. Si yo había visto chicos lindos, este lo era mucho más. Nos dimos la mano y con una sonrisa me dijo: Hola Jefe*, un gusto conocerlo. Me llamo Anthony. En ese momento sólo me pareció un ...
    ... chico hermoso pero nada más. Aunque para él si surgió algo en ese momento. Los días transcurrían y yo veía que él constantemente me miraba, pero no le di mucha importancia al hecho, porque pensé que tenía curiosidad por los procedimientos que yo realizaba y él no. Ya me había sucedido antes. Ese mismo día se me acercó y me dijo que si me podía acompañar a almorzar porque quería pedirme un favor. Yo le dije que sí. Cuando fuimos a almorzar me comentó que quería aprender algunos procedimientos y que si yo le podía ayudar con eso. Accedí con gusto, porque había descubierto que me gusta enseñar. , o tal vez también porque el chico me agradaba. Durante esa semana yo lo llamaba cuando iba a hacer algún procedimiento y le explicaba y luego él lo hacía. Primero con mi ayuda y después ya los hacía solo. Era muy inteligente y aprendía rápido. En una ocasión lo dejé terminando de tomar unos gasea arteriales y me fui a buscar un medicamento al cuarto de preparación de medicamentos. Cuando voy saliendo me choco con algo y al abrir los ojos me topé con una camisa blanca que cubría un pecho firme. Alzo los ojos y me fijo en sus mirada. Era profunda y brillante, en ese momento sentí algo revolotear en mi estómago. Me pidió disculpas por hacerme chocar y en poco atolondrado y hasta temblando me entregó la jeringa con la muestra se gases. Me quedé pensando en esa sensación que tuve al cruzar nuestras miradas pero no supe explicarla. Al día siguiente me fijé que me miraba más de lo normal y ...
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