1. Big guante


    Fecha: 30/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Maria4manos, Fuente: CuentoRelatos

    ... emisario: me ayudaría en mi trabajo y a mi salud. ¡Pero no podía dar un masaje con tejido en la mano! Sin embargo, bien podía colocármelo como muñequera… Abandoné las dudas y me decidí. Me sentía extrañamente seguro y me alegré de haberlo colocado ayer de nuevo en el sobre de mi maletín. Sin pérdida de tiempo, me lo puse dejando mi mano libre y empecé a trabajar, dejando que mi paciente se abandonara a la sensación de atención exclusiva.
    
    Debo decir que a nivel profesional, conozco perfectamente mis posibilidades y límites. Pero también estoy abierto a explorar las reacciones del cuerpo de mis pacientes cuando las circunstancias lo permiten. Esta era una buena ocasión.
    
    En lugar de comenzar con un calentamiento manual de la zona, coloqué unas ventosas de vacío sobre la zona superior de la espalda. Le expliqué que no sentiría dolor, aunque sí tensión sobre la zona más afectada. Fui preparando mis manos mientras las ventosas hacían su trabajo. Podía ver cómo los hombros se tensaban y la espalda se contraía. Imaginé sus pechos bajo esa enorme tensión. Deslicé mis palmas aceitadas sobre su zona lumbar y los costados. Con firmeza y dedicación, noté cómo cada pequeño músculo cedía a mi presión controlada. Bajé un poco más la ropa interior, para poder acceder a la parte más alta de la inserción glútea. Bien desarrollada y tonificada. Allí sólo había sobrecarga, seguro que el problema estaba más arriba. Con los talones de las manos fui circundando los glúteos menores. Volví a ...
    ... subir hacia las vértebras lumbares. Mi mano derecha iba caminando con las yemas de los dedos a ambos lados, buscando… ¿qué estaba haciendo? Hacía mucho que yo no aplicaba esa técnica. ¿Por qué la había recordado ahora con precisión?
    
    En su momento, estudié Medicina Tradicional China y acupuntura. Para los occidentales es algo meramente anecdótico o incluso esotérico, pero en oriente es de pleno conocimiento y aceptación que el cuerpo consta de unos canales principales de energía. Cuando este Chi se estanca en una zona, causa dolor y enfermedad. ¡Y yo estaba activando el Canal Gobernador de mi paciente!. Y por ahí fue mi mano derecha, estimulando y masajeando cada punto de energía. Tuve que pedirle un par de veces que no colocase las manos bajo sus muslos, sino a lo largo del cuerpo.
    
    Me sentí un poco confuso ante el devenir de mi propio trabajo, pero lo dejé fluir. Cuando llegó el momento, quité suavemente las ventosas y toda la espalda se relajó. Comencé a realizar pequeños círculos con los pulgares, ascendiendo por la espalda. Al llegar a los omóplatos y abrir las palmas por completo, oí un leve gemido. La paciente estaba destensándose. Tras asegurarme de que estaba cómoda continué con el masaje. Mientras mi mano izquierda iniciaba movimientos conocidos de digitopresión, mi mano derecha continuaba estimulando determinados puntos. Apenas recordaba dónde estaban o sus nombres, pero para no provocar una sensación de descoordinación a la paciente, realicé extensiones palmares ...
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