1. Por una Estúpida Apuesta


    Fecha: 01/09/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... tiré por la ventana al patio trasero. Pero cuando me asomé por la puerta de aquella habitación, ahí estaba Juan despierto en un sillón y me esperaba con unas ropas mías para que me pusiera, las que le recibí con la puerta entreabierta por detrás de ella y él miró directamente al piso como buscando la alfombrita esa. Luego que me vestí le abrí la puerta, él entró acarició al perro y al cerciorarse que no estaba el tapete en el cuarto vio por la ventana que estaba tirado afuera, se agachó a acariciar al perro nuevamente pero esta vez lo abrazó con la mano izquierda por la cintura, pareciéndome que le tocó la punta de su funda y dejándomelo claro cuando se olió esa mano y se sonrió mirándome a la entrepierna, me dio la mano y me dijo "Apuesta ganada, cuenta con los tres meses de alquiler gratis". Un rato después lo vi en el patio oliendo el tapete y con una evidente erección bajo sus pantalones, estaba segura que algo había escuchado tras la puerta del coito que nos dimos con su perro, que el olor de mi vagina en la funda del pene del animal, las manchas en el piso y los abundantes restos de semen en aquella pequeña alfombra le eran evidencia suficiente para estar seguro de que lo había hecho con el Golden. Y para rematarla, el perro no despegaba su nariz de mi entrepierna cuando andaba cerca de él, con lo que Juan comenzó a hacerme insinuaciones respecto a eso, no tardando en hacerme apuestas referentes a su perro hasta que directamente me ofreció dinero por verme teniendo ...
    ... sexo con él, siendo tal la oferta que sumada a mi necesidad de querer repetir la experiencia acepté. Para lo cual esperamos un par de fines de semana más, hasta uno en que todos los demás viajaron a sus respectivos hogares. Estábamos los tres solos ahí, así que decidimos hacerlo en la cocina para poder limpiar más fácilmente el piso, me desnudé y Juan también lo hizo, ante lo cual reaccioné frunciéndole el seño y él me replicó que por qué no si estaba en todo su derecho, lo cual terminé aceptando. Luego tomó al Golden por su collar supuestamente para ayudarlo, pero el perro sabía lo que tenía que hacer y se me subió prácticamente solo cuando me puse de perrita, obviamente dándome las correspondientes lamidas previas, pero Juan lo guió para que me penetrara a la primera y su nudo entró muy pequeño sin producirme dolor alguno, pudiendo yo percibir el proceso completo de su hinchazón al interior de mi caverna vaginal a medida que me bombeaba brutalmente ese animal. Debiendo yo luego reconocer lo beneficioso del la presencia de Juan, pues sujetó a su mascota para que no se bajara y me permitió disfrutar de gran parte de su eyaculación con ese gran nudo latiendo en mi interior antes de ganarse por delante de mí ofreciéndome su pene, el cual no dudé en chupárselo en agradecimiento del placer que me estaba dando su perro. El muy estúpido sí, acabó en mi boca haciéndome tragar algo de su semen, lo que le hice notar que me molestó dándole un apretón con mis dientes, pero al muy depravado ...
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