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El inquilino...
Fecha: 02/09/2018, Categorías: Gays Masturbación Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... salpicado de acné de Toño.-¿Quieres que follemos?-Usted dijo…-No me trates de usted –le ordenó pellizcándole una mejilla.-Tú dijiste…-Te he follao la boca…-¿Y eso es follar?El hombre, tras beberse prácticamente de un trago la cerveza, depositó el botellín de sobre la vetusta mesilla y se volvió hacia él:-Follar duele.Toño tragó saliva. El rostro del inquilino había adquirido matices sombríos que le acercaban aún más a las caras de los martirizadores del cuadro de la iglesia.-¿Y duele mucho?Las manos del inquilino hurgaron en la entrepierna del “chavalín” en dirección a su esfínter.La verga del inquilino hinchada de nuevo con la naturaleza de la conversación, descansaba sobre uno de sus recios muslos.Toño se la cogió. Adoraba sentir ese miembro erecto entre sus manos.-¿Quieres que te la meta?-¿Da gusto?El inquilino le introdujo los dedos.-¿Te gusta esto?El muchacho no respondió. Pero su pito enhiesto respondía por él.El hombre le dio la vuelta, le tomó de las caderas y le puso el culo en pompa. Con su lengua jugó otra vez en el ojete del chico que se dejaba hacer sin oponer la menor resistencia.Tras el prolongado beso negro, con el trasero bien ensalivado, le colocó la venosa verga a las puertas. Escupió más saliva para aumentar la lubricación y poco a poco, empujó.Toño creyó que le iba a partir por la mitad. Contrajo su cuerpo entero.-Aguanta –le pidió.-Duele –se quejó.Toño quiso apartarse pero le puso una de sus fuertes manos en el pescuezo inmovilizándole.-Ya te lo dije. ...
... Pero aguanta –le insistió imperativo.El adolescente no tuvo más remedio que prepararse para soportar lo que viniera.-Luego te gustará, ya verás –le animó.El chaval notaba un tremendo escozor en el culo mientras perdía la virginidad. Mordía la almohada para no gritar.La dura verga traspasó la resistencia del esfínter y empujó hasta que toda la longitud de su verga se coló hasta lo más recóndito de las entrañas del chico.-Ya está dentro –dijo tumbándose sobre las espaldas de Toño- Vamos a esperar a que te acostumbres.El chaval se estremecía por el daño. El inquilino le prodigaba toda suerte de caricias para tranquilizarle en el penoso trance.-¿Esto es follar? –quiso saber compungido.-Tranquilo; confía en mí, chavalín.El inquilino le buscó la boca y se la comió a besos con la mayor de los deseos.El tiempo fue jugando a favor de Toño. El dolor inicial aminoró. Y la pasión de los besos que recibía se le terminó contagiando hasta que acabó por responder a ellos con idéntico si no mayor ardor.Su polla, que en el proceso de desvirgamiento había permanecido tristemente encogida, recuperó el ánimo y se mostraba de nuevo ávida de sensaciones.El hombre lo aprisionó entre sus brazos y lo arrastró consigo hasta que la espalda del muchacho descansó sobre su pecho y vientre sin sacársela en ningún momento. Le agarró el pito y se la acarició sin cesar de besarle.Para Toño, el calor que le ascendía desde las invadidas entrañas hasta la punta del glande, era una sensación sobrecogedora.-Ahora sí ...