1. Mi mamá me orina


    Fecha: 02/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    Nos conocimos practicando deportes, el deporte formaba parte de nuestras vidas, fue en un gimnasio de la ciudad cuando éramos muy jóvenes, mi nombre es Susana quedé embarazada, lo que nos obligó a casarnos y poner un gimnasio para que sea nuestra forma de vida. Con el tiempo nos fuimos orientando al fisicoculturismo como especialidad del gimnasio, los dos practicábamos este deporte, mi esposo lo hacía en competencias nacionales e internacionales, llevaba varios campeonatos ganados. Yo siempre fui como su entrenadora, lo ayudaba con las competencias, esto hizo que siempre existieran roces entre nosotros y peleas por diferentes puntos de vistas del tipo de entrenamiento a seguir.
    
    Para no seguir peleando con mi esposo, empiezo a entrenar por mi cuenta para competir en pequeños campeonatos locales de fisicoculturismo, pero al poco tiempo fui derivando a competencias crossfit. Hace un año descubrí que me estaba engañando con una clienta del gimnasio, a los pocos meses nos divorciamos y me quedo con el gimnasio como parte del acuerdo del divorcio.
    
    Yo con 36 años, ahora divorciada y dueña de un gimnasio, me concentré en enseñar principalmente a mujeres, pero me obsesiono con las competencias de crossfit, entrenaba todo el día, es un deporte duro. Mi hijo, con 18 años, había terminado los estudios secundarios y tenía idea de comenzar el profesorado de gimnasia, mientras tanto me ayudaba con el local y con mi entrenamiento.
    
    El tiempo que pasábamos juntos nos hizo muy ...
    ... compinches, hablábamos todo el día de los campeonatos que me obsesionaban, los métodos y sistemas que se usaban para competir. Yo tengo un buen cuerpo por el deporte que practico, pelo castaño y ojos grandes como mi madre, de un azul profundo. Mi hijo se mantenía en buena forma era muy joven y practicaba deportes.
    
    El gimnasio necesitaba muchos arreglos, así que decidí suspender sus actividades durante un tiempo para realizar unas mejoras edilicias. Estaría mucho tiempo en casa, casi todo el día y con mi hijo.
    
    Acordamos que me ayudaría a entrenar para poder entrar en competencia y presentarme para un campeonato nacional. Era un poco exagerado lo que le pedía, yo sabía que no podría alcanzar el nivel para una competencia, pero lo quería tener a mi lado, lo quería obligar a cuidarme. En nuestra casa había muchos aparatos para entrenar y yo los utilizaba a todos.
    
    Hacía mucho tiempo que no estaba con un hombre, a mi hijo no lo veía de la misma manera de siempre, me gustaba que me mirara, aunque él lo hacía de manera disimulada yo me daba cuenta. Esa situación me excitaba y no quería perder la oportunidad para calentarlo.
    
    En casa entrenaba con calzas y alguna remera como la que utilizaba para dar clases, yo terminaba agotada después de los rutinarios ejercicios, era la mejor oportunidad que tenía para excitarlo, tenía la excusa perfecta para que me toque y pueda ver mi cuerpo.
    
    -Martín (ese era el nombre de mi hijo), antes y después de los entrenamientos me puedes ayudar a ...
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