1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (2)


    Fecha: 05/09/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... deslizar su lengua por toda esa tentadora superficie. El chico suspiraba, gemía y jadeaba, evidentemente gozando de esa lengua que acompañaba el ir y venir de los dedos dentro de su cola.
    
    Ligia interrumpió por un momento la travesía de su lengua y dijo:
    
    -Estás gozando mucho, ¿eh, perrito?
    
    -Sí… Sí, señora… -admitió el jovencito luego de carraspear para aclararse la garganta.
    
    La mujerona retiró lentamente sus tres dedos del culo y dirigió la mano derecha hacia el pene de su presa, que estaba erecto y duro. Alex corcoveó ante el contacto y Ligia dijo: -Aahhhhhh, estás muy calentito, bebé… -y agregó: -¿Tenés ganas de masturbarte?
    
    -Ehh, sí… sí, señora… -admitió el chico con las mejillas ardiéndole de vergüenza.
    
    -Bueno, ahora me voy y masturbate nomás, te has ganado ese placer por lo bien que te portaste. –dijo Ligia poniéndose de pie para después dirigirse a la puerta. La abrió y dijo antes de retirarte: -Mañana voy a empezar la última prueba en ese culito hermoso que tenés y espero dejarte listo para los Amos en no más de dos o tres días.
    
    Al quedar solo, el chico recordó de pronto lo de la ropa y el calzado que usaría mientras estuviera en la mansión y ganado por la curiosidad fue hasta el armario, lo abrió y extrajo una rara prenda blanca que pendía de una percha. La liberó, devolvió la percha a su sitio y entonces vio que en el piso del armario había un par de ojotas de cuero con tobillera que se ajustaba con una hebilla. Las tomó y volvió junto a la ...
    ... cama, dejó las ojotas en el piso y extendió la prenda sobre el lecho mientras los latidos de su corazón se aceleraban. Sintió un intenso deseo de ponerse eso que parecía ser una suerte de túnica de tela muy liviana y transparente. La tomó con manos que temblaban y de pie ante el espejo se la puso para después anudar a un costado el fino cordel que oficiaba de cinturón. Se contempló en tanto respiraba con fuerza por la boca, muy excitado, sintiendo que le gustaba cómo lucía con esa túnica de tul de seda que transparentaba su cuerpo. Tenía un solo bretel, sobre el hombro izquierdo, y del lado opuesto calzaba bajo la axila. Era muy corta, al punto que apenas tapaba el pene y descubría casi totalmente los muslos largos y bien torneados, desprovistos de vello al igual que el resto del cuerpo con las excepciones ya mencionadas. Al cabo de un momento se puso de espaldas al espejo, giró la cabeza y observó, cada vez más excitado, cómo sus nalgas abultaban la seda, transparentándose. Corrió a ponerse las ojotas y volvió al espejo, ante el cual estuvo observándose un rato más, ya con el pene erecto, ardiendo de morbosa calentura, deleitándose con el roce de la seda sobre su piel.
    
    Corrió al baño con la piel erizada de pies a cabeza y las mejillas arrebatadas, se sentó en el inodoro al revés y se masturbó frenéticamente mientras se imaginaba en manos de esos viejos.
    
    La noche siguiente, una hora después de que Alex cenara, Ligia se hizo presente en la habitación del chico con un ...
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