Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (2)
Fecha: 05/09/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... consolador de considerables dimensiones equiparables a las vergas de los Amos: veinte centímetros de largo por cinco de diámetro. Era una imitación perfecta del pene y los genitales, de un tono marrón muy claro.
-Cuando tu culito pueda tragarse este chiche estarás listo para ser usado por los Amos, cachorro. –dijo Ligia y exhibió el sex toy ante la mirada temerosa del jovencito.
-Ay, señora, es… es enorme esa cosa… -murmuró Alex con voz estremecida por el miedo.
-Tranquilizate, nene, tengo mucha experiencia y sé que todo culo está en condiciones de ser penetrado por vergas de esta dimensión. Duele al principio, pero después el dolor le deja su lugar al placer, de sobra lo sé por experiencia propia… Vamos, cachorro, ponete en cuatro patas. ¡Vamos! –exigió la matrona ante la vacilación de Alex, que miraba obsesivamente el vibrador, temeroso y excitado a la vez.
Por fin, ante la amenaza de ser devuelto al sótano y padecer la vara, el jovencito adoptó la posición ordenada y se estremeció cuando Ligia le untó con vaselina el orificio anal para después lubricar el consolador con esa sustancia. La matrona lo tomó por los cojones y lo fue acercando al objetivo hasta apoyar la punta en el pequeño orificio. Alex volvió a estremecerse y acompañó el temblor con un largo gemido. Ligia pasó su brazo izquierdo por debajo del vientre del chico, para mantenerlo bien sujeto, y después de una presión inicial del extremo del consolador sobre la diminuta entradita comenzó a ...
... introducirlo despacio.
-¡Nooooo! ¡ay, señora, me duele, me duele mucho! –gritó Alex e intentó, sin éxito, liberarse de esa cosa que le martirizaba el culo. Gemía de dolor y corcoveaba, aunque firmemente retenido por el brazo de Ligia, que seguía metiendo el sex toy en el estrecho sendero, virgen de pijas.
-Tranquilo, cachorro… Tranquilo que ya pasa… -le aseguró la matrona mientras hacía avanzar y retroceder el juguete, y en efecto el dolor fue atenuándose pronto hasta casi desaparecer. Entonces Alex comenzó a sentir un goce tan intenso como lo había sido ese lacerante dolor inicial, cuando los primeros centímetros del consolador penetraron en su culo. Ligia lo oyó gemir y jadear, mientras percibía, complacida y excitada, ese movimiento de las caderas que seguía sujetando con su brazo izquierdo.
-Te suelto, cachorro, y cuidado con lo que hacés. –le dijo.
Alex no contestó, siguió en cambio ondulando sus ancas y exhalando gemidos y jadeos cada vez más sonoros.
Ligia llevó su mano izquierda al pene del chico y notándolo duro y erecto dijo:
-Mmmmhhhh, estás gozando, ¿eh, putito?... Mami te está haciendo gozar…
Al chico le dolió lo de putito. Significaba todo un hondo conflicto la posibilidad de ser gay, pero en ese momento su conciencia era apenas un débil reclamo acallado por el intenso placer que estaba sintiendo.
-Gozás… -insistió Ligia y Alex lo admitió entre gemidos.
-Decilo, nene. –le exigió la matrona.
-Estoy… estoy gozando… sí… -murmuró sin dejar de ...