1. Una tormenta atroz y dos vecinos. La combinación perfecta


    Fecha: 29/07/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: nena-Xversa, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta que no pudo más y ella tuvo un orgasmo. Fue tanta la fogosidad que sintió él que también se corrió, gimiendo con ferocidad al expulsar su semen.
    
    Se corrió, pero, su miembro seguía erecto. Sin sacarle el miembro, la giró quedando frente a él. Se irguió quedando sentado sobre sus pantorrillas y ella encima de sus piernas. Sus miradas se juntaron. Él la veía con mucha ternura y al mismo tiempo con mucha excitación.
    
    Se besaron tiernamente, sensualmente.
    
    Estaban disfrutando verdaderamente del momento. Se acariciaban apaciblemente sus rostros.
    
    Él acariciaba su rostro, sus labios, sus senos, los besaba tiernamente. Él seguía dentro de ella. Ella aprovechó el momento y comenzó a mover su cadera, en un vaivén suave, sutil. No obstante, la calentura tiene mecha corta. Poco a poco fueron subiendo de intensidad al punto de devorarse a besos, caricias y con el vaivén. Él le devoraba las tetas, las mordía, las chupaba con deseo, las besaba y apretaba fuertemente. Parecía que quería arrancárselas con las manos, con la boca, con los dientes, con los dedos. Ella también estaba enardecida, le comía la boca, le mordía el cuello y los hombros mientras seguía cabalgándolo más y más rápido. Estaban envueltos en una atmósfera de pasión.
    
    Fueron subiendo y subiendo de tono hasta a él se le disparó la fiera y, súbitamente, se puso de pie, sin dejar de cargarla, sin salirse de ella y sin dejar de cargarla; la estampo contra la pared de la recámara, situada frente a la cama. La ...
    ... aprisionó totalmente, aplastándola con su cuerpo, la tomó de las caderas y la siguió penetrando muy muy intensamente, con una pasión desorbitante. Cada vez arremetía era con más vigor. Ella sentía que se iba a desmayas de tanta intensidad.
    
    Era tanto la excitación que le producía a ella que lo mordía fuertemente, lo jalaba del cabello enérgicamente que parecía que se lo iba a arrancar. Él seguía así con el mismo fervor hasta que pegó un gemido seco y feroz, el cual anunciaba evidentemente que estaba por correrse.
    
    En seguida del gemido, soltó el primer disparo de semen y no dejó de arremeter hasta que terminó de correrse. Fue tan desorbitante que ella tuvo un segundo orgasmo. Ambos respiraban agitadamente y trataban de calmar sus respiraciones.
    
    Él le besó el cuello, su hombro y recargó su cabeza en este sin salirse de ella. Allí se estaban los dos recargados.
    
    Poco a poco fueron desacelerándose, recuperando el aliento.
    
    El soltó un suspiro seco y electrizante en el cuello de ella. Se incorporó y sacó su miembro de ella. Le soltó las piernas. Le levantó la cara y la besó tiernamente.
    
    El: -“¡Uffffff por poco me da un paro cardiaco! Casi me dejas al borde de la locura”.
    
    Ella: -“Y tu casi me dejas sin cadera”
    
    El: - “Jajaja. ¡Ay! Es que me despertaste las bestias. Por cierto, bestias que desconocía.”
    
    Ella: -“Jajaja. ¡Uy! Mira ya he dejado de llover.”
    
    El: -“Si el tiempo se pasó muy rápido”
    
    Ella:-“Si bastante, entretenido sobretodo jaja. Creo que ya me tengo ...