En la playa con papá capítulo 2
Fecha: 05/09/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues
... isla a divertirnos un poco —exclamó mi padre. Mientras él navegaba, yo opté por tomar el sol y me recosté en la cubierta. Quería broncearme entera, por lo que me quité el sujetador. Mara estaba a mi lado, sólo que ella al verme sin tapujos, sonrió. —¿Te molesta si me desnudo? —¿Qué…? Bueno… papá está aquí. —¿Y? Es un hombre. Sin decir nada mas, se quitó el traje de baño. Yo suspiré. No es que me atrajeran las mujeres, pero ella… Dios. Tenía el coñito lampiño y los labios apretujados. Sus tetas eran de pezones rosados, suaves y brillantes. Su culo era incluso mas pequeño que el mío, de nalgas respingonas. Se acostó bocabajo. —Parece que te gustó lo que viste. —Em… claro que no. —¿Se la están pasando bien? —dijo papá sentándose en una mesa frente a nosotras. —¡Papi! ¿Qué me miras? —exclamé cubriéndome los pechos. Él se rió. Mara, sin pena, se giró y mostró toda su anatomía a papá. Al ver que la mirada de él se iba a ella, me molesté. —Bueno, pues tampoco es que me de pena —me destapé los senos. Volví a recuperar la atención de papá —¿me pones bloqueador? —A mí también pidió Mara, acostándose otra vez bocabajo. Yo no quería perder contra esa mujer, por lo que también me giré. Padre, muy servicial, se aproximó. Yo le exponía a él mi culito en tanga, así que cuando sus manos se deslizaron por ellas y por las de Mara, sentí cosquillas. Miré a la chica que tenía los ojitos cerrados y disfrutaba del contacto. Yo también disfruté. Noté cómo los dedos de papá abrían un poco mis ...
... pompas para que el bloqueador solar llegara hasta esos sitios escondidos. —No me veas —le pedí, apenada. —¿Ver qué, hija? ¿Ese anito? ¡Ja! No hay que tenerle pena al cuerpo. Además es rosadito. —¡Papá! —exclamé, muerta de la pena y ya no pude soportarlo más, por lo que me levanté. Me acomodé la tanga y me fui a mi camarote, sintiéndome derrotada y manoseada. ¿Cómo era posible que me gustaran las caricias de él? Una cosa era dejar que me tocara las piernas… pero que me mirara el culo ya era mas grave, y sin embargo, se había sentido bien. Al poco rato entró Mara, todavía desnuda. —Hola… ¿te molestaste con Leandro? —Vete —le espeté —Y cúbrete. —No me molesta mostrar mi conchita. Practico el nudismo desde hace muchos años. —Pues yo no. —¿Estás avergonzada porque tu papá te vio el ojete? —¡Cierra la boca! —¡Ay, Daniela! —se sentó frente a mí con las piernas cruzadas —. Niña, estás aquí para soltarte un poco. Anda, ven. Desnúdate. Te sentirás plenamente libre. —No. Me da mucha vergüenza. —¿Por qué? —Porque no estoy acostumbrada a que me miren. —Es normal. Bueno… yo crecí siendo exhibicionista, así que no entiendo por qué tu pena. —Vete, Mara. La muchachita suspiró. Se acercó para besarme la frente. Al hacerlo, tuve sus tetas muy cerca de mí. —Tienes que disfrutar de tu cuerpo. Cuando estés lista, estaremos afuera —Oye… Mara. —¿Sí? —Tú… ¿te has acostado con mi papá? —¿Qué dices? —rió —. Claro que no. Él es el hombre de mamá. Si ella no me lo pide, no puedo acostarme con él. —Ah… ¿y lo ...