MI TIA
Fecha: 29/07/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... clítoris en mi boca al tiempo que se acariciaba sus pechos. La tomé por las caderas, trataba de recorrerla con mi lengua pero ella apretaba demasiado, tomó mis manos y las llevó contra la almohada, ella movía su sexo a voluntad, a su manera, sentía asfixiarme, sus enrulados bellos inundaron mi boca, me sofocaba, pero me encantaba su sabor. Bajó nuevamente a sentarse sobre mi verga, solo que ahora yo la tomaba por las nalgas y me movía desde abajo, llevando el ritmo a mi antojo. Ángela tomó una de mis manos y comenzó a lamer mis dedos, a llenarlos con su saliva, como si fuera una pija, me enloquecía. Volvió a correr la tanga que molestaba en el camino y llevó mis dedos mojados a su esfínter e hizo fuerza hacia adentro indicándome el camino. Así fue que mientras la cogía sin parar disfruté a medida que su orificio se abría ante dos dedos que enterré bien profundo, al punto de acariciar la pija que se movía al otro lado. Sus gestos de placer aumentaron y comenzó a masturbarse, al dedo índice y mayor agregué el anular, ella pedía más y más, así que por último agregué el menique, sentí que mis cuatro dedos se perdían en su culo, ella la no gemía, gritaba, seguía masturbándose e inclinándose hacia adelante puso sus tetas en mi boca, sentía sus movimientos como espasmos, como estando en trance, gritando como una leona acabó entre mis ...
... brazos al tiempo que yo también le llenaba la concha de leche en un mar de placer. Aún tenía un cartucho en el arma, seguía duro, su culo era mi próximo objetivo, y así hubiera sucedido de no ser por notar que las lágrimas corrían nuevamente por su rostro, en realidad, eran las primeras gotas de una fuerte tormenta que se aproximaba, Ángela rompió en llanto, perdí la erección y no supe que hacer, era una mujer con el alma partida, mis palabras no eran suficientes y me sentí impotente, era muy joven para ayudarla, todo terminó, nos vestimos y me despidió con un beso en la cabeza, como cuando era un niño inocente, juramos que sería un secreto entre ambos. Habían pasado dos meses, una tarde como todas llegaba a mi casa, solo que a la distancia las rojas luces de una ambulancia me llamaron la atención, mis sospechas se confirmarían minutos después, esa hermosa mujer, sumida en la más profunda depresión había decidido quitarse la vida tomando un coctel de tranquilizantes, no hubo nada que hacer. Poco tiempo después el que era mi tío ponía la casa en venta y desaparecía para comenzar una nueva vida. Vinieron nuevos vecinos, nuevas historias, vuelta de página, pero en mi quedaría grabada la historia de mi tía Ángela. Si eres mayor de edad me gustaría saber tu opinión sobre este relato Escríbeme con título 'MI TIA' a dulces. placeres@live. com