1. Mi primera experiencia - Parte 5


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos

    Continúo con mi relato que por cierto se está haciendo extenso pero no quiero dejar de lado detalles de mis vivencias sin contárselos.
    
    Luego de estar con el moreno y el Vikingo decidí salir al jardín en busca de aire más puro.
    
    Al trasponer la puerta me encontré con un maravilloso lugar totalmente cerrado por vidrios superiores con cálidas luces pequeñas muy tenues de colores que simulaban estrellas y diversas plantas selváticas naturales y flores increíblemente hermosas y fantásticamente iluminadas, un par de cascadas dejaban caer importantes chorros de agua que impregnaban de frescura esa noche caliente.
    
    Al recorrer los distintos rincones en busca de uno desocupado para quedarme un rato a solas, veía las más variadas escenas de sexo.
    
    Parejas, tríos, cuartetos, grupos de todo tipo y con las poses más sofisticadas se deleitaban con total libertad en sus prácticas sexuales.
    
    De pronto, Oh sorpresa. En uno de los espacios alcancé a ver a mi amiga Mabel. En verdad la reconocí en la oscuridad porque aún tenía como únicas prendas el pequeño delantal con puntillas y la cofia de Mucama y su negro antifaz brillante, inconfundible. Ella estaba flexionada chupándole el pene a su marido que estaba sentado en un suntuoso sillón de jardín ubicado unos ligustros.
    
    Pero de nuevo me volví a quedar estupefacta cuando alcancé a distinguir una silueta con negro atuendo que la tomaba desde atrás.
    
    Me acerqué ocultándome tras un gran gomero y descubrí de quién se trataba. ...
    ... Era nada menos que el Zorro de mi marido.
    
    La verdad es que siempre había observado que mi amiga mostraba cierta simpatía hacia mi esposo y él le correspondía, cuando nos reuníamos los cuatro, pero jamás me hubiera imaginado que la muy atorranta aprovecharía ese momento para sacarse las ganas y nada menos que en doblete con su propio marido. Mi curiosidad hizo que me acercara bastante y entonces alcancé a escuchar a mi buena amiga que gritaba con desesperación en su cumbre orgásmica: "Dame más cariño, rompeme el culo que estoy acabando, ahhh, ahhh, auchhh". Yo decidí hacerme la estúpida. Pensé en poner a prueba a Mabel cuando estuviéramos a solas dejando que ella me confesara en algún momento lo sucedido y de ese modo sabría si realmente era digna de ser consideraba mi amiga.
    
    Me alejé de allí y continué caminando hasta encontrar un sector desierto y en penumbras. Allí en un cómodo sillón me recosté para reposar apaciblemente y comencé a recorrer con la mirada cada sector de ese paraíso florido. No voy a negar que a esa altura de la noche yo ya quería encontrar alguna compañía con quién pasarla bien como lo estaba pasando mi esposo. Mi mano se deslizaba sobre la seda, incitando cada zona sensible de mi cuerpo. Me preguntaba cómo puede haber tantas parejas o matrimonios que vivan de este modo. La verdad es que estas mujeres la pasaban muy bien y por lo que se veía no había límites de edad, ya que se veían muchas personas de más de sesenta, tanto hombres como mujeres, que ...
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