1. Mi primera experiencia - Parte 5


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos

    ... desesperados de la India que también estaba acabando junto con sus dos hombres.
    
    Viendo como los tres cuerpos frente a mi se desplomaron aferrados, yo continuaba agitando mi vulva para liberar más energía orgásmica. En eso al abrir mis ojos me encontré con la figura del Domador frente a mí, deleitándose con mi masturbación y la doble penetración de su esposa.
    
    Ante su penetrante mirada me detuve y me puse de pie. Me sentía como una potra acosada y mi piel se estremecía al percibir su intención de domarme. Sentí mis pezones erizados bajo la seda. Su esbelta figura de hombre sesentón pero con los años bien llevados, me provocaba una irresistible atracción. Pero esforzándome para evitarlo, decidí marcharme en busca de mi esposo. Sin embargo, él con dos pasos se interpuso en mi camino y tomándome de un brazo me dijo con voz grave que quería poseerme. Yo continué caminando hacia el interior del salón con el tipo tomándome del brazo. En el salón me detuvo y me hizo girar para quedar enfrentada a él. Mi rostro apenas alcanzaba la altura de su tórax a pesar de los tacos de mis botas. Buscando hacia arriba su rostro me encontré con su mirada profunda reflejada por sus ojos pardos. Fue como si ambos estuviéramos recordando el ardiente momento que habíamos vivido bailando apretados.
    
    Al voltear mi mirada vi entrar desde el jardín a mi esposo algo desgreñado. Sentí como un alivio al saber que podía zafar de la situación con el Domador. Cuando me separé del veterano para ir donde ...
    ... mi esposo que se había detenido a esperarme, éste fue tomado por una hermosa mujer muy suelta de ropas que lo invitó hacia otro sector del salón, más alejado. Él se dejó llevar y se volteó un par de veces como para justificar su involuntario abandono.
    
    Me volví a sentir defraudada por su debilidad al ver que sin tenerme en cuenta, se perdió con esa mujer en las penumbras donde otro grupo de parejas seguramente practicaban sus actividades eróticas.
    
    De nuevo mi bronca reanimó mis sentimientos de venganza. Pensé que no tenía sentido contener toda la calentura que me causaba el Domador. La verdad es que no podía evitar el calor que me producía la mirada de este apuesto veterano y me paré resuelta a enfrentarlo provocativamente.
    
    Sin disimular mis deseos comencé a bajar lentamente la mirada ansiosa recorriendo el pecho y luego el abdomen de este caballero, hasta llegar a su pelvis. No podía creer que ese majestuoso bulto, que se descolgaba casi hasta la mitad de una de sus piernas bajo su ajustado pantalón streech, fuera su miembro viril. Deseaba averiguar si ese protuberante envoltorio contenía un pene real o si era un bulto artificial que el cirujano había colocado bajo su pantalón. La tentación me conmovía cuando el veterano tomó una de mis manos y la introdujo por la cintura de su pantalón invitándome a recorrer hacia abajo su pelvis con mis dedos. Lentamente continué hacia abajo palpando con ciega ansiedad todo el desarrollo de ese maravilloso órgano semidormido hasta ...
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