1. Historia anónima


    Fecha: 09/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Duoaduo, Fuente: CuentoRelatos

    ... Cuando consideró que estaba en la posición correcta cogió sus piernas levantándolas y llevándoselas a los hombros.
    
    Antes de continuar, la miró sonriendo y le dijo que no iba a penetrarla, tan solo iba a masturbarla, ella no dijo nada. Yo, al final, me puse al lado del chico para no perderme nada.
    
    En esa posición tenía su pene junto a la vagina de mi mujer. Lo cogió con su mano y acarició sus ingles, pasó después su glande por su vulva y continuó subiendo y bajando la cabeza del pene por todo el largo de sus labios vaginales, abriéndose a su paso y cerrándose después. Ella tenía los ojos cerrados, con una mueca parecida al dolor, pero no era dolor de eso estoy seguro.
    
    Siguió subiendo el cabezal de su pene, pasándolo otra vez por fuera, por los laterales de los labios, ya en alguna ocasión lo llevó hasta su ano para que sintiese un poco de presión, pero sin forzar. Luego volvió a repetir la misma acción de abrir sus labios en toda su longitud con su prepucio. Ana gemía en tono bajo, pero cada vez de forma más incontrolada. Chicogranada se detuvo en la parte alta, comenzó a mover su verga para que su cabezal masturbase el clítoris, eso hizo que Ana empezase a mover su cabeza de un lado a otro, casi sin poder soportarlo.
    
    Él supo enseguida que había dado en el blanco y se detuvo allí recreándose, sonriendo por encontrar ese punto débil que la volvía loca. Ella no pudo aguantar mucho mas así y de pronto soltó un “métemela” que le dejó parado por un segundo, pero le ...
    ... sirvió de ánimo para repetir sus mismas acciones un par de veces más.
    
    Cuando Chicogranada lo estimó conveniente, volvió a situar su glande en los labios de la vagina, que se abrieron ante él como una flor, la cabeza de su pene se perdió, por un momento, en su interior, volviendo a aparecer segundos después. Repitió la operación cinco o seis veces hasta que Ana hizo una mueca de dolor/placer, pero me equivocaba, su mueca era de apremio para que continuase y no se detuviese.
    
    Chicogranada introdujo, ahora sí, lentamente su miembro, en toda su longitud y grosor haciendo escapar en ella un gemido de placer, dando comienzo a un movimiento de caderas de delante hacia atrás por parte del chico que me hacía ver parte de su pene entrar y salir de mi mujer, un movimiento rítmico que nada tenía que ver con la música de fondo.
    
    Los impulsos eran acompasados, lentos en un principio, rápidos alguna que otra vez, haciendo que los pechos de Ana ondulasen como flanes, cada uno hacia un sitio diferente, solo su collar permanecía, nacarado, en su lugar. Su cara, pasaba de un gesto de placer/dolor, girando la cabeza y dejando escapar soplidos de aire, acompañando los movimientos de pelvis del chico, a mantener la boca abierta intentando tragar el máximo de aire posible.
    
    La entrada del pene era limpia, sin oposición, al igual que su salida, con alguna mota blanca de líquido vaginal impregnada en el condón. Durante varios minutos siguieron disfrutando del placer, cada uno para sí mismo, ...
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