Me obsesioné con serle infiel a mi marido con su mayor enemigo - Relatos Eróticos

Me obsesioné con serle infiel a mi marido con su mayor enemigo

Hola soy Dayana, 27 años, casada, un hijo de 5.  Luego del nacimiento de nuestro hijo, el sexo con mi esposo llegó a un nivel tan bajo que lo hacíamos cada quince días.  Y aún somos jóvenes!!.

Mis amigas, me contaban sus historias con sus amantes y las cosas sexuales que les hacían.  Yo me mojaba solo de oirlas.  En la noche tenía sueños húmedos con hombres tomando mi cuerpo.  Eso se repitió muchas veces.  Y entonces tomé la decisión de tener una aventura.  Pasé días escogiendo con quien, alguien que me gustara mucho y fuera una experiencia cachonda.  Mi esposo tenía un enemigo en la empresa donde trabaja, que llamaré Mario, los dos nos se podían ver e incluso llegaron a los puños en una ocasión.  Mario es un tipo guapisimo, soltero aún, le gusta vacilar y frecuenta bares y discotecas, tendrá unos 28 años, por allí del 1.85 mt, bien dotado y en fin es lindo este hombre.  Cuando he ido a ver mi esposo a su trabajo, el me saluda atenta,ente y me mira toda,  yo mido apenas 1.55 mt, pero tengo bonito cuerpo, con bubis medianas, pero mi atractivo principal es mi colita, formada por dos lindas y redondas nalgas paraditas, mis piernas son llenitas de bonita forma, me gusta vestir corto para lucirlas o pantalones apretados para lucir mi colita.  Y se nota que Mario me come con los ojos.  Así que me arme de un falda cortisima y un blusa con amplio escote y me fui al trabajo de mi esposo, yo sabía que ese día él no estaría allí pues tenía salida, pero yo quería encontrarme con ...

... Mario, así que entré y fui directo con Mario e hice como si me lo encontrara de repente, me saludó y se me quedó viendo las piernas y mis senos, le pregunté por mi esposo, él me dijo que no estaba por el momento, pero me invitó a entrar a su oficina, yo normalmente me hubiera excusado de entrar, pero ese día yo iba dispuesta a ligar o concertar una cita con él.  Así que entré, el cerró la puerta detras mio.  Me dijo, sabiendo que mi esposo no estaba, que por que no lo esperaba un rato, tal vez apareciera y me senté en un cómodo sillón que tiene en su oficina.  El me ofreció algo de tomar, yo le dije agua esta bien,  se sentó a mi lado muy cerca.  Charlamos un rato, pronto comenzaron sus insinuaciones, me decía que mi esposo tenía suerte de tener una mujer como yo, tan bonita, tan sensual.  Y él puso una mano en mi rodilla, yo lo dejé, no hice nada por quitarla.  Luego con sus dedos me acariciaba la rodilla y un poco mi muslo.  La conversación se desvió a temas sexuales, yo le preguntaba si había una chica en su vida en este momento, él me dijo que solo era para el rato que nada serio.  En eso su mano se fue metiendo en mis muslos internos, mi entrepierna, me acariciaba y yo charlando con él.  Me preguntó si estaba satisfecha en la cama, yo le dije -más o menos-,  él dijo que no debería ser así, sobre todo una chica con un cuerpazo como el mio.  Su mano estaba muy metida, a escasos centimetros de mi panty.  El se acercó más a mi, me dijo que cuando yo quisiera él podía ayudarme con ...