Inmigrante (07)
Fecha: 10/09/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... partir de entonces, no sé si tuvo un orgasmo encadenado o fueron varios seguidos, pero no paraba de decir:
-Siiii Métemela toda. Ooohhh siiii. Cómo me llenaaaa. Aaaaahhhh.
Cuando no pude aguantarme más, la clavé todo lo que pude y lancé toda mi carga en su interior. Supongo que alguna de las descargas debió de entrar directamente a su útero. La mantuve dentro hasta que empezó a bajar la erección. Entonces, volví a colocarme arrodillado entre sus piernas y levanté su culo, apoyado en ellas, para que no se saliese mi corrida.
Casi amanecía cuando nos quedamos dormidos.
Me despertó el horrible sonido del despertador. Me costó identificarlo y llegar a despertarme lo suficiente para darme cuenta de que una mano me estaba masturbando y que ya la tenía dura.
Ana se puso a caballo sobre mí y se metió la polla dejándose caer sobre ella.
-Pfffffssss. No sé si llegaré a acostumbrarme a ella. Como no me quede pronto embarazada, me vas a destrozar.
Pero empezó a moverse cada vez más rápido, dando botes sobre ella, alcanzando varios orgasmos, hasta que la hice acostarse al verla cansada, siendo yo ahora el que la follaba con rapidez y dureza. Tuvo un nuevo orgasmo y me corrí junto a ella más tarde.
Puse sus rodillas en mis hombros para que su cuerpo colgase y no se saliese mí corrida demasiado pronto. Estuvimos como una hora en esa posición, y para entretenerme estuve acariciando con movimientos circulares la zona alrededor de su clítoris, arrancándole dos ...
... nuevos orgasmos.
Después de eso, se levantó y se fue a su casa como pudo. Yo vi que todavía no eran las nueve de la mañana y me volví a dormir hasta pasado mediodía, que me despertó una mamada de Ana, que insistió hasta que le avisé que me tenía a punto de correrme, entonces, se subió sobre mí y se empaló, moviéndose con mucha rapidez. Había estado masturbándose, por lo que entró con facilidad al tener el coño encharcado.
Cuando sentí acercarse mi orgasmo, la giré poniéndola debajo, y tras unos movimientos rápidos, volví a clavarla hasta lo más profundo y le solté todo a la entrada de su útero. Este gesto y el mantenerla con las piernas y el cuerpo levantado se convirtieron en una rutina.
También se convirtió en una rutina el follar mañana tarde y noche, por lo que empecé a tomar un complejo vitamínico a partir del segundo día.
Al quinto día no vino a medio día, por lo que llamé a su casa para preguntar qué ocurría, porque me parecía muy pronto para saber si estaba embarazada. La sirvienta me informó que estaba con su indisposición periódica. O sea, tenía la regla. Le di las gracias y volví a mis cosas.
Continuamos seis días después, con el mismo ritmo y durante todo el mes. Transcurrido éste y una semana más, una mañana se quejó de molestias en el estómago y náuseas, achacándolo a la cena.
Desde ese día, dejó de quedarse a dormir conmigo, con la excusa de que no dormía bien y que prefería hacerlo en su cama, pero seguíamos follando por las noches y a medio ...