Inmigrante (07)
Fecha: 10/09/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... día.
Yo no soy experto, pero sabía perfectamente que estaba embarazada, pero me hice el tonto y la situación siguió todo el mes y la mayor parte del siguiente, cuando ya empezaba a notarse algo de tripa y un ligero abultamiento de los pechos.
Entonces me anunció que estaba embarazada, pero seguimos con la misma técnica una semana más, pasada la cual, nos fuimos a visitar al abogado y con él, al notario para entregar los resultados de los análisis.
A la salida, tomando unas cervezas nosotros y Ana agua, soltó el abogado.
-Bueno, ya has cumplido otra de las condiciones del contrato. Ahora ya puedes volver a tu rutina anterior. Te recuerdo que este embarazo no te da ningún derecho sobre mi cliente y que si la acosas, intentas acostarte con ella o la violas, te denunciaremos y terminarás en la cárcel.
Yo miré a Ana sonriendo, esperando que ella dijese algo, pero la sonrisa se me heló en la boca cuando vi que bajaba los ojos y no decía nada.
Con la rabia de ese momento por haberme hecho creer que había algo entre nosotros y que había estado follando casi dos meses más conmigo a pesar de saber que ya estaba embarazada y disfrutando de muchos orgasmos, que me habían hecho pensar que le gustaba ...
... follar conmigo y que seguiríamos haciéndolo en el futuro, les dije que tenía que irme y me marché sin pagar la cuenta ni decir nada más.
Por el camino me fui dándole vueltas a la cabeza, debatiendo conmigo mismo entre que tenía razón ella porque era lo que decía el contrato pero por otro lado, me había hecho pensar que había algo más y que hubiese quedado mejor si nos hubiésemos limitado a follar como conejos y luego separarnos sin más.
Esa tarde, en la sala, me tomé alguna copa, sin llegar a estar borracho, pero mi mal humor se lo llevó un cliente que se puso a molestar a una belleza de mujer que estaba con una pareja, y que, al no hacer caso a mis consejos de dejarla tranquila, lo saqué hasta la calle cogido de la pechera y en la misma puerta le sacudí dos guantazos.
A la muchacha le debí de caer bien, porque largó a su pareja y estuvo acosándome hasta la salida. Me la subí al piso y estuvimos follando hasta la salida del sol, con breves intervalos para tomarnos alguna copa y comer algo de embutido al vacío que tenía.
La follé por todos los agujeros, le comí el coño y ella a mí la polla. Se corrió no sé cuántas veces, pero fueron muchas. A la salida del sol, nos quedamos dormidos, totalmente agotados.