1. SEXO PROHIBIDO (Que segunda vez...)


    Fecha: 30/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    Con esta era la segunda vez que Alejandra acababa en mi boca. Se había vaciado como la primera, parecía que el sexo oral la excitaba en demasía. Recostada sobre una pequeña mesa que mi mujer tiene en la sala, totalmente desnuda. Yo entre sus piernas, igual desnudo, sentado en una silla con la verga esperando turno para ser ella quien le de placer a mi hijastra. Porque esto apenas empieza, Alejandra y yo sabemos que hoy tenemos todo el tiempo que haga falta, esta vez no será como hace una semana. El día que me encontró pajeandome, ahora es distinto. Ha sido ella quien me busco quizá sabiendo que conmigo si va a encontrar el sexo que le gusta y que su gran chocho se merece. Lo tiene grande, carnoso, labios vaginales no muy gruesos. Una mata de pelos espesa parece el perfecto camuflaje para esconder aquel manjar, porque si de sabor de panocha hubiera concurso, ella ganaría el primer lugar sin discusión alguna. Tanto me gusta el sabor de sus líquidos que no he tenido reparo alguno en tragármelos, sentir en mi paladar el fruto de la chupada que le estoy dando. La escucho gemir, la siento retorcerse y no puedo más que pensar que su marido no la coge como Dios manda. Esta hembra de 170 de estatura y de 28 años merece sexo del bueno. Quizás lo traiga en los genes, a su madre, mi mujer le encanta la verga. Cuantas veces no me lo ha confesado, que eso agradece a la vida el que alguna vez yo apareciera. Me encanta como me coges amor – dice. Me encanta tu vergota. A las tres pareciera ...
    ... que mi polla les ha caído como anillo al dedo. Porque aunque Alejandra no lo sabe, su hija también se ha comido mis 18 centímetros de verga. Estos que ahora están a punto de enterrársele hasta lo más profundo. Juego un poco entre sus labios vaginales, algo que evidentemente le anuncia que ha llegado el momento. Me mira como agradeciendo que ya deje de torturarla, porque si bien es cierto ha acabado ella sabe que el premio mayor está en su entrada. Su respiración se ha acelerado, sus grandes pechos suben y bajan, me doy cuenta que sus piernas me aprisionan rodeándome por arriba de la cintura. Quizá previniendo que no me retracte de lo que esto y a punto de hacer o talvez simplemente quiera ayudarme halándome hacía dentro de ella cuando la este penetrando. Centímetro a centímetro se la dejé ir toda, despacio para sentir esa calentura interior que percibí nomas le entró la cabeza. Al parecer sintió tanto como yo porque no pudo evitar gemir intensamente para después decirme lo rico que sentía. Ahhhh papi que gruesa la tienes, que vergudo eres papi. La siento hasta adentroooo. Lo que decía y su rostro era el síntoma más evidente de que Alejandra estaba mal cogida. La tenía hasta el tronco, nada mas los huevos afuera. Podía sentir que había llegado al tope de su vagina y aunque la posición era perfecta escuchar sus palabras y sus gemidos me hizo querer estar más junto a ella. Le ofrecí las manos y afianzando las suyas la hale hacía mi hasta quedar sentada al borde de la mesa. Sus ...
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