1. SEXO PROHIBIDO (Que segunda vez...)


    Fecha: 30/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... ella aprovechó para decirme que quería montarme. Quiero subirme papi – dijo. Hale la silla que teníamos cerca y me senté, Alejandra abrió las piernas y dejando las mías entre las suyas tomo mi palo y colocándoselo ella misma entre los labios de su panocha se dejó caer hasta que sus nalgas casi aplastan mis huevos. Su espalda frente a mi, yo sosteniendo sus caderas, así follamos hasta que otra vez supimos que mi verga estaba a punto de estallar. Bajemos al piso – me pidió con aquella voz que me dijo cuán excitada estaba. Como si de una emergencia se tratara, nos paramos. No tuvo que decirme nada, me tiré boca arriba con mi polla como mástil. Alejandra otra vez dejó mis piernas entre las suyas y bajo hasta quedar casi sentada sobre mi abdomen, una vez más fue ella quien puso la cabeza en su entrada y de una engullo cada centímetro hasta que los sintió en sus entrañas . Esta vez no se detuvo, coloco sus manos en mi pecho y empezó a culear como yo jamás pensé que podía. Rico, con fuerza, de arriba abajo pero con un movimiento extra que hacía que mi pene se doblara como si quisiera enderezarlo. Podía ver como aquel coño prácticamente me ordeñaba a la inversa, de abajo hacia arriba. Sonríe al pensar que si antes lo sentía grande ahora se lo tragaba como el mejor de los placeres. La cueva de mi hijastra parecía haber sido diseñada específicamente para aquel camotote que se estaba tragando. Fue al unísono, sentí fuego fluyéndome por dentro, escalofríos en mi espalda. Espejismo o no, ...
    ... una bola subió por todo lo largo de mi polla. La vulva de Alejandra se había dilatado en su interior como si quisiera hacer más espacio y se contraía, talvez lo imaginé pero por un momento sentí como si aquella cueva quisiera chuparme hacía adentro. Explotamos juntos, una última sentada de Alejandra y aquel fuego en su interior comenzó a embadurnar mi polla, que una y otra vez se vaciaba en sendos chorros de semen. Conté más de 6, porque aquella sensación que me venía desde culo no me dejo contar más. Mi hijastra se había tirado sobre mi, su respiración estaba al límite. Por un instante pensé que estaba llorando, jadeaba como si aquella cogida no la hubiera vivido antes. Mmmmm mmmmmmm era lo único que alcanzaba a salir de su boca. El semen y los líquidos de mi hijastra habían empezado a llegar al tronco de mi verga, todavía mi polla seguía en su interior. No la saque – había dicho ahora tratándome de usted. Quiero sentirla un ratito más. Echada sobre mi, descansando. Era ahora cuando me percataba de su peso, mi hijastra es un mujeron. Una potranca como dicen por acá, gordita pero bien proporcionada. Una vez me vino a la mente que aquel enano que tenía por esposo quizá no la complacía. Que otra explicación podía tener el que su mujer me buscará para la que la cogiera a sabiendas que era sexo prohibido. Quizá la primera vez que follamos halla sido una debilidad, un momento donde los sentidos traicionan y se hace algo de lo que luego se arrepiente. Esta vez no. Alejandra sabia ...