Sábado y sin plan (II)
Fecha: 12/09/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... depósito de su moto mientras me miraba con gesto ansioso. Casi me muero de la vergüenza y cual piloto de rally salí disparada con mi coche.
A los cinco minutos llegué a casa de mi clienta. Me abrió la chica de servicio y me acompañó hasta la habitación de Susana. La señora está arreglándose. Esta noche tiene cena. - me dijo mientras subíamos las escaleras.
Una vez a la puerta de su habitación la chica entró y tras unos segundos volvió a salir anunciándome que la señora estaba en el baño y que podría esperarla dentro de su cuarto. Así lo hice, entré, me quité el abrigo y me acomodé en un mullido sillón de dos plazas situado justo enfrente de la cama desde el que observaba cada rincón de la habitación. El sonido de la ducha que me llegaba desde el cuarto de baño hizo que mi cabeza comenzase a entremezclar la escena de la bañera que había tenido aquella tarde en mi casa, y la imagen de Susana enjabonando su cuerpo moreno apenas a tres metros de mí.
Evidentemente la consecuencia de todas estas ideas en mi mente no fue otra que la de volver a ponerme a cien, y una vez más cuando quise darme cuenta estaba sentada en aquel sillón moviendo lentamente las caderas mientras apretaba mis muslos el uno contra el otro.
El movimiento lo di por finalizado justo cuando dejé de oír la ducha, hecho que evidentemente indicaba que Susana estaba a punto de salir, y así fue. Hola. ¿ Cómo estás ? - me dijo sonriente mientras se acercaba .- Oye, siento haberte hecho venir , pero ...
... necesito hablar contigo. No te preocupes, en realidad no estaba haciendo nada interesante, - mentí - no tenía ningún plan para hoy. No te preocupes, sólo será un momento, simplemente quería comentarte una cosa, no te retendré demasiado tiempo, además Jesús está a punto de llegar. ¿ Jesús ? - pregunté extrañada. ¿ Has quedado con Jesús ? Sí, bueno, de eso quería hablarte. Verás...
Se volvió de espaldas a mí y se dirigió hacia su tocador donde se sentó y mientras recolectaba unos cuantos botes de entre todo un muestrario de cremas y cosméticos siguió contándome. Hoy me ha llamado, hemos estado hablando mucho rato, y bueno, pues al final... no sé, nos hemos puesto un poco melancólicos... nos hemos estado acordando de momentos... bueno, nos hemos reído... incluso hasta hemos llorado. La verdad es que yo le echo mucho de menos y ... pues... bueno, eso, que le he invitado a cenar. ¿ Qué te parece?. No sé, a mí me parece muy bien. Bueno, a mí mejor dicho no me parece, eso es cosa tuya, piensa que estás metida en un proceso de divorcio y es algo de lo que creo que tienes que estar segura. Es que yo le quiero mucho, - sollozó - pero por más que me empeñe nuestro matrimonio no funciona. ¿ Y tú estás segura de que no tiene solución ? Sí, al final él siempre se irá con otra, siempre es lo mismo.
Se aflojó el cinturón del albornoz, y volcando uno de los botes previamente seleccionado sobre su mano, comenzó a hidratarse su escote, mientras me confesaba algo que no había hecho hasta aquel ...