1. Mi hermana y yo acabamos atendiendo a dos machos


    Fecha: 13/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Micaela, Fuente: CuentoRelatos

    ... acomoda y comienza a chuparle los pies a mi hermana, ella parecía que se salía de control y disfrutaba a morir, en eso me doy cuenta que doblamos de golpe y para el auto en la vereda, el gordo le dice a Eduardo, dame las llaves. Eduardo saca del bolsillo un manojo de llaves y se las pasa, Miguel se baja y cruza la calle caminando hacia un portón de un gran galpón, me asusto aún más y le pregunto a Eduardo que es lo que pasa, y él me responde "no te preocupes, vamos a tomar un café para rescatarnos un poco" yo le digo que nos lleve a mi casa y que después tomen el café, pero no me hace caso y mi hermana me decía, dale no seas aburrida.
    
    Una vez que abre el portón Miguel vuelve al auto y entramos al galpón. Era como una fábrica o algo así, al costado tenía una especie de oficina, me bajo y también se baja Miguel, y saca a mi hermana del auto en brazos, la carga al hombro comienza a subir las escaleras. Yo le decía que tenga cuidado, que no la lastime. La situación se salía de control, subo por detrás de él a la oficina, apenas entramos Eduardo de un solo golpe, tira todo lo que había en el escritorio y acuesta a mi hermana boca abajo. Ella solo se limitaba a reírse entonces Eduardo comenzó nuevamente a chuparle los pies y comenzaba a subir por la pierna, mi hermana tenía una cara de gozo, que nunca le había visto. Edu le decía: "me mostrás las piernas que tenés?" a lo que mi hermana se subía un poco la pollera, "un poquito más!" le decía el, y mi hermana se subía un poco ...
    ... más, "me mostrás la tanguita?" le decía el, mi hermana su subió la pollera dejando su pequeña tanga a la vista de todos. Yo no podía creer lo que estaba mirando y el gordo menos, Eduardo se tira como un desesperado a chuparle la cola a mi hermana y ella gemía como una loca. No sé cuántos orgasmos habrá tenido, pero seguro que más de uno, porque gritaba bastante fuerte, y tomaba a Eduardo de la nuca, así boca abajo como estaba. El gordo quería aprovechar y se me quería abarrar a toda costa. Eduardo al ver que me resistía, le dijo a Miguel: "déjala a esa histérica de mierda, vení que nos enfiestamos a la pendeja" note como el gordo me soltaba encaro a mi hermana, que se asustó muchísimo, la cosa se le escapaba de las manos.
    
    Se bajó como pudo del escritorio y se sentó muy nerviosa en una silla, ya que era virgen y se arrepintió de lo que estaba haciendo.
    
    Eduardo ya con otra cara, más bien de enojado, le decía, "dale pendeja, no te hagas la difícil, que sos bastante putita". No te creerás que me vas a dejar con este palo así. Tenía miedo que se abusen de ella, así que me acerque para defenderla, entonces Eduardo me dijo, la única forma de que salves a tu hermana es que termines lo que ella empezó. Quisimos salir corriendo pero la puerta está cerrada con llave. Entonces el gordo me trajo del brazo y me sentó en la silla y mi hermana se sentó en un sillón que estaba en un costado.
    
    Eduardo se acercó a mí que estaba sentada mirando hacia abajo, y me decía" dale putita que me ...