COMO EN CASA 2
Fecha: 19/12/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... amor”…
-Pero…
-No se preocupe…, Daniel… Le dije que no tenemos secretos. Sé perfectamente cuál es la relación de Efigenia con usted… ¡Lo sé perfectamente! Ella quiso que fuera usted quien la hiciera mujer…, y eso la transformó en la mujer más feliz del mundo… ¡Y yo estoy inmensamente agradecida!
Por supuesto que no la había dejado parada…, pero como no dejaba de hablar, prácticamente la llevé del brazo al sofá, y yo me senté a su lado, adecuadamente separado para poder conversar… No le quise ofrecer nada, por temor a que supusiera que era un intento de “sobornarla”…, o que dejara de hablar…
-Si señora…, entiendo…
-Llámeme Alcira, por favor…
-Si Alcira…, pero… yo… no intenté en ningún momento seducirla… ¡No, para nada!
-Lo sé, Daniel. Lo sé. Efi me lo dijo… Tuvo que insistir mucho…, pero es que Aldana le había asegurado que usted era tan tierno…, tan dulce, tan amoroso…, que no le iba a doler nada. ¡Nadie podría desvirgarla como usted!
-Y… bueno…, si a Efigenia le pareció eso…, me complace mucho… ¡Jamás le hubiera hecho daño! – Como para romper el hielo, me decidí. – Seño… Alcira… ¿quisiera qué…, bueno…, celebremos esta situación tomando algo? ¿Le gustaría?
-¡Me encantaría Dani! Además… sé… que nunca trató de darles bebidas alcohólicas a las nenas…
-¡Eso jamás! Otra cosa es una persona adulta. ¿Le parece bien coñac? ¿O prefiere whisky o champagne?
-Está bien, el coñac está bien… o lo que usted quiera. No tengo pretensiones. ¡Jajaja! - Su cristalina risa me ...
... estremeció. ¡Dios, ya me había calentado!
Me levanté a buscar copas y coñac. Para “entrar en calor” era ideal. ¡Alcira está buenísima! ¡Efigenia es la vera imagen de la madre! No quería parecer demasiado ansioso o mirón… El súper ajustado pantalón de lycra, denotaba la perfección de sus piernas…, la abultada “pata de camello”, y la increíble perfección de su culo. Ni hablar lo que demostraba la apretada camiseta que resaltaba sus tetas… Trataba de disimular…, pero estoy seguro que una mujer como ésta, en esas condiciones…, no se había vestido así solamente para pedir “explicaciones”. En verdad, me cuesta no mirarla con deseo. Pero… ¡qué sé yo si ella quiere precisamente eso…!
-Sabe… Alcira…
-¿Sí? ¿Qué? – Me parece que ella está tan a la expectativa como yo.
-Es que…, bueno…, la nena es CASI tan hermosa como usted… - Recalqué alevosamente el “casi”…
-¡Jajaja! ¡Qué galante! Seguro… que a usted… le gusta más Efigenia…
-¿Por qué?
-Bueno…, la conoce muy “íntimamente”…, mucho más que a mí…
-¿Nos podríamos conocer mejor?
-Y…, si… Me gustaría… - Bajó la mano que tenía la copa de coñac y me miró a los ojos…
Estaba claro. Tratando no tirar lo que tenía en la copa…, me acerqué sin apartar la vista…
-Estoy de acuerdo… - Nuestras bocas se acercaron…, hasta que los labios se tocaron… suaves, muy suaves.
Por una reacción “racional” dejamos las copas sobre la mesita ratona…, sin separar nuestros labios…
Cuando nuestras manos quedaron desocupadas…, nuestros brazos actuaron. Nos ...