1. El exhibicionista capturado por las colegialas


    Fecha: 15/09/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: diosapuerca, Fuente: CuentoRelatos

    ... un inmenso árbol, y caminando silencioso y completamente desnudo con su inmenso pene en escandalosa erección imponentemente asombrosa...¡él, el hombre!!!
    
    A un tiempo, todas lo ven, soltando a coro las más asombradas exclamaciones entremezcladas con risas y esa admiración expresa al ver las dimensiones de aquel inmenso falo, y con esa exultante expresividad propia de las chicas a esa edad adolescente, juntas conforman una expresiva muestra de desenfado y desprejuicio, que más aún, excitan al pervertido aquél.
    
    Pero, fingiendo indiferencia y continuando su muy lento caminar allí del otro lado de la alambrada, anda su desnudo andar, como si no las hubiese visto, mientras, ellas, a las risas todas y contemplándolo...entienden "su juego".
    
    Entonces, una osada muchacha, le lanza aquella frase que es, como un "piropo" lanzándosela, con potente voz altamente sonora para que él, perfectamente la oiga:
    
    -"¡Qué hermoso chorizote tenés, precioso!!!" Las risitas y alguna carcajada mezclada de alguna otra allí, adicionan aquella comunicación hacia él, que apenas sonriéndoles, las mira como respondiéndoles el halago tan disfrutable en aquél su placer de así éso hacer.
    
    Las muchachas, continuando con la contemplación y agrupadas muy juntas tras el otro lado de la alambrada, reían contemplándolo, y pronto otra de ellas le lanza otra frase:
    
    -"Acercáte, que queremos verte mejor..!"
    
    Jamás, había tenido él, semejante aceptación y respuesta, en aquél su modo tan pasional en ...
    ... él..! Aquéllo, lo había desconcertado un poco, verdaderamente! : Aquellas hermosas muchachas colegialas, con sus cortísimas faldas tableaditas y sus hermosísimas piernotas y todo aquel juvenil femenino encanto...le estaban pidiendo ahora, que se acercara a ellas, para poder verlo mejor!!!
    
    Con esa tímida y paradógica cortedad que suelen tener quienes estas costumbres exhibicionistas a veces suelen mostrar, aquel hombre...vacila un tanto mirándolas sí con extasiado placer, pero sin acceder -aún-, a tal petición escuchada de parte de ellas.
    
    Ante la detenida contemplación hacia ellas del hombre, y el no avanzar para situarse más cerca como se lo habían manifestado, otra de las chicas, así vuelve a hablarle:
    
    -"No tengas miedo que no te vamos a comer...acercáte, que queremos ver mejor tu cuerpo hermoso y todas esas delicias que nos estás mostrando...vamos!!!"
    
    Entonces...comienza él, a andar hacia aquella alambrada que los separaba, acercándose a ellas. Todas, estaban en el máximo del entusiasmo, y la desfachatez. Algunas, en su reír, no podían sostener las babas que les caían, con sus hermosos rostros ahora enrojecidos. Ahí...casi contra los alambres, estaba ahora, el desnudo y hermoso hombre aquél, con su inmenso pene empinado, gruesísimo, y duro...largo, muy, pero muy, muy largo..! Al otro lado de los alambres, las muchachas eran un desparejo coro de risitas, exclamaciones, suspiros, y alguna que otra palabra irreproducible...
    
    El hombre, en total silencio, allí ...
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