Verdaderas amigas - Cap. 4.- Reinas y sus tronos.
Fecha: 30/07/2017,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... modo que, a pesar de sentirme plenamente satisfecha, sabía que no era decente dejarlo así. Me puse boca arriba y me abrí de piernas para que él me la metiera nuevamente.—¡Embarázame! Por favor —le dije, sabiendo que esto le excitaría; hacia un momento, durante los juegos de roles, me había confesado que tenía la fantasía de dejarme embarazada.Ni tardo ni perezoso, Pepe se puso en posición.Domingo se acercó nuevamente, como no queriendo perder oportunidad de que se la mamara, cosa que hice.Pepe me la metió; mi intención era solamente que él se desahogara, pues creí que me sería imposible encontrar más placer, pero cuando la sentí dentro, palpitante, me encendí. Pronto me di cuenta de que estaba disfrutando con la misma intensidad anterior.Casi muerdo el grueso pene de Domingo de puro gusto, al sentirme tan excitada, pero me contuve. Tras varios minutos, Pepe me dijo casi sin fuerzas:—No puedo más, me voy a venir.—Sí cariño. Vente, no los aguantes más. Déjalos que naden en mí. Quiero quedar preñada y darte así muchos hijos que se parezcan a ti —le respondí, con tono cariñoso, alimentando su fantasía.Eso bastó. En un instante el esperma del menudo muchacho inundó mi vagina, y me llevó a experimentar otro orgasmo. Podía apreciar la tibieza del néctar de Pepe. Grité, me convulsioné, mis músculos se tensaron y me vine en un orgasmo arrollador, abundante, que sentí que me secaba el cerebro. Estaba agotada, pero feliz y satisfecha.Norma salió del baño cubierta por una bata. Había ...
... tomado una reconfortante ducha y nos invitó a seguir su ejemplo.Mientras ella preparaba unos bocadillos. Domingo, Pepe, Adolfo y yo nos fuimos a bañar.Bajo el agua los besé, y con ternura los enjaboné, luego ellos me lo hicieron a mí. Sus vergas pronto se irguieron para sorpresa mía y de ellos. Yo aproveché y les hice sexo oral a todos. No faltó el que puso el desorden y quiso meterme la verga bajo plena regadera. Pero, dado que todos querían, los paré en seco. No me parecía correcto dejar sola a Norma mientras nosotros disfrutábamos. Ella nos esperaba.Cubierta con una bata, mientras que ellos con toalla cada uno, mis acompañantes y yo fuimos con Norma, quien nos esperaba en el bar.Sentados frente a la barra, todos degustamos los bocadillos que ella amablemente nos había preparado. Estábamos hambrientos, la energía gastada, apenas unos minutos antes, nos había dejado con mucho apetito. Nos mirábamos sonrientes unos a otros mientras devorábamos los alimentos y saciábamos nuestra sed con bebidas de la cantina. Los muchachos estaban felices y yo también. ¿Cómo no estarlo?—Ustedes son las mujeres más hermosas y más cachondas que he conocido. Nunca imaginé que el sexo se pudiera gozar así —dijo Adolfo.—Sí... siento que me han hecho un hombre de verdad. Las amo —comentó Pepe, y yo no resistí las ganas de sacudirle el cabello, como si de un pequeño cachorro se tratara.—Ay ternurita —le dije.—Nosotras también nos la pasamos bien ¬—comentó Norma.—Quiero cogérmelas todos los días —expuso ...