Una Aventura Con Un Alumno
Fecha: 08/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: anonymus18750, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola me llamo Aurora tengo 54 años soy maestra de Contabilidad financiera en una universidad privada en Lima ( Perú} Soy casada y tengo 2 hijos. Todo comenzó hace 2 años cuando ingreso un muchacho de 22 años llamado Martin, callado al principio, pero luego conversaba bastante. Obtenía magníficos resultados en todas las asignaturas del curso, lo mismo que en años anteriores. Y así fue con mi asignatura los primeros meses, pero en los últimos exámenes se había producido una debacle en sus resultados, lo que le había llevado a suspender el primer trimestre.
Extrañados, mis compañeros de facultad de administración de empresas me habían interrogado sobre las malas notas de Martin, con expresiones de desconcierto en el rostro. ¡Joder! A ver si se creían que yo le tenía manía al muchacho. No sé por qué, pero llegué incluso a mostrarles los exámenes, para que comprobaran que el chico de veras había suspendido. Me molestó mucho hacerlo, pues parecía que estaba justificándome ante los demás.
Fue precisamente esa molestia la que provocó que comenzase a prestarle especial atención a Martin. Un día cambiando opiniones sobre un texto noté q no prestaba mucha atención y me di cuenta de que el chico se pasaba las clases mirándome con disimulo, , escribiendo continuamente en su cuaderno, aunque tenía la sensación de que no estaba tomando apuntes precisamente. Cuando Martin se daba cuenta de que yo le miraba, apartaba los ojos con rapidez, clavando la vista en su pupitre y volviendo a ...
... su cuaderno. Eso sí, nunca noté que se ruborizara. No era la primera vez que me pasaba eso con un alumno, por lo que me sentí bastante segura de poder manejar la situación. Y además, para ser completamente sincera, he de reconocer que, en lo más hondo, me sentí un poco halagada con el comportamiento del chico.
Era obvio que Martin se sentía atraído por mí y eso inflamó un poco mi ego. Está mal que yo lo diga, pero a mis 54 años soy una mujer bastante atractiva; cuando me arreglo bien, soy capaz de hacer que cualquier hombre vuelva la vista para mirar cómo me alejo. De todas formas, no vayan a pensar que hice algo para acrecentar su interés, no cambié un ápice mi forma de comportarme ni con él ni con sus compañeros. Pero claro, había que encontrar solución al problema, pues no podía permitir que un buen estudiante echara por tierra su futuro suspendiendo una asignatura que sería fácil para él si no se hubiese encoñado con la profesora.
No sé cómo sucedió, pero, poco a poco, el problema de Martin fue llenando mi mente. Día tras día él seguía observándome subrepticiamente en clase y yo continuaba retrasando el momento en que debía enfrentarle y poner fin a aquello, pero no me decidía a hacerlo.
Comencé a pensar en él incluso en mi casa, mientras hacía la comida o limpiaba el polvo.
A la mañana siguiente me costó levantarme, pues no había pasado buena noche. Hice la cama y preparé la ropa para el día, un blusa y una falda gris, algo no demasiado sexy debido a la fastidiosa ...