1. Mis cuentos inmorales. (Entrega 33)


    Fecha: 16/09/2018, Categorías: Transexuales Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos

    ... en muchos casos por mimetismo ¿Qué tendrá un coño para que vuelva tan loco a los hombres? Digo yo, que querrán comprobarlo personalmente.
    
    De todos los hombres que he preguntado sobre el sexo oral, todos sin excepción se han declarado grandes consumidores de esta peculiaridad sexual; sin embargo, todos han coincidido que nunca lo realizarían con mujeres desconocidas o de dudosa procedencia.
    
    Por lo que considero que de toda la gama de caricias naturales que se contemplan en el arte amatorio, quizás el cunilingüos sea la más sincera y la que demuestra el más alto grado de fervor.
    
    Gracias a esta caricia tan íntima e intensa, el hombre impotente puede seguir amando a su pareja, y darle tanto placer o más con su lengua que con su pene flácido por la acción del tiempo y la ley de la gravedad.
    
    Que nadie vea en esta caricia algo sucio o aberrante; si no se desea hacer por prejuicios de alguna naturaleza que no se realice, pero sin duda es la reina de las caricias.
    
    El violador del bidé
    
    Me llamo Amador Violante, tengo 45 años y escribo este relato desde la cárcel de una ciudad cualquiera.
    
    Quiero que todos sepan, que aunque reconozco que soy un violador coercitivo, nunca jamás he hecho daño físico a las mujeres que he violado; procuré ser con todas mis vulneradas un caballero. Y también quiero que sepáis, que hay muchas formas de violar: a lo bestia, es decir, sin ningún tipo de miramientos hacia tus víctimas, a empujones, ¡Bueno! Los empujones no hay más remedio ...
    ... que darlos, ¿me comprenden, verdad? O con delicadeza, casi pidiéndoles por favor que se dejen violar; como un servidor viola.
    
    Desde muy niño sentí deseos irrefrenables de tomar el sexo por mi santa voluntad; ya que era bastante feo y enano, y las chicas no me hacían ni caso. Y como entonces no estaba formado como violador, violaba a sus muñecas para entrenarme, y así poco a poco, de muñeca en muñeca, fue adquiriendo la práctica necesaria.
    
    Pero surgió un problema inesperado en mi primera violación. Tenía los 18 años ya cumplidos, y no quería ser un violador de menores de edad, quería ser responsable de mis actos con el fin de quitar compromisos a mis padres, me esperé a ser mayor de edad para dar rienda suelta a mis instintos.
    
    El problema que se me presentó y que nunca pude prever, es que aquella cuarentona... ¡Ah! Debo también decir, que no violaba a mujeres menores de 40 años. No sé porqué, pero más jóvenes no me producían el deseo de violarlas. Según el psiquiatra, dice que es debido a que tengo un complejo de "buen tipo" o de "edipo"... algo parecido.
    
    ...Decía, que aquella cuarentona, una vez que la convencí de buenas maneras que la iba a violar en aquel parque solitario, al consumar la violación, me vino un pestazo de entre sus partes que me echó para atrás. La pobre, al darse cuenta de mi rechazo, casi se enfada, y me dijo que cuando se pone nerviosa suda mucho, que no lo puede remediar, y que a pesar de todos los desodorantes íntimos que usaban, su Ph era mas ...