Mi regalo de navidad: Jadoy me invitó a su casa y nos entregamos al amor sublime
Fecha: 19/09/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Toshka, Fuente: CuentoRelatos
Era la víspera de la navidad del 2016 y arribé a Madrid al aeropuerto por la tarde-noche. Tomo un taxi y le digo la dirección al taxista; llego a un bonito barrio de Madrid y el chofer detiene su auto, me indica que llegamos a la dirección que me dio Jadoy. Le pago el servicio y me dirijo a la casa de mi amigo virtual donde toco la puerta; mi corazón se acelera, pues tengo muchos días esperando esa cita con mi destino. Me arreglé lo mejor que pude y mi aroma es a durazno, un perfume que a mí me encanta y espero que a Jadoy también.
Se abre la puerta y siento que me pongo lívido, me da miedito que al verme le cause repulsión y me rechace; ¡qué ansiedaaaaad! Se asoma un hombre sonriente y afable, me gusta, se me acabaron los nervios, me siento en confianza... es un amor de hombre.
-¿Tú eres la nena Toshkita de cuentorelatos.com?- me mira lindooooo.
-Sí, ¿eres tú el hombre que me hace sentir mujer con sus bellas palabras?-
-A tus órdenes, muñeca- me extiende su mano y me guiña un ojo.
Lo saludo y siento que una emocionante descarga eléctrica nace en mi mano y me sacude lentamente por todo mi cuerpo, no quiero soltarlo, me hechiza, me extasía... lo adoro.
-Gracias, Jad- sonrío de oreja a oreja.
Lleva mi mano a su boca y me la besa tiernamente... ¡no puedo creerlooooo!; lo miro como se mira a un dios... es un dios.
-Adelante, nena- me da paso a su casa.
-Gracias, Jad; con permisito- me quito el saco y veo su sala, muy bonita, con adornos ...
... exquisitos.
Me pide el saco y lo cuelga en el perchero mientras camino hacia el interior, todavía si creer que estoy con él. Siento una intensa mirada en mi trasero; es que me vestí con un pantalón algo ajustado que muestra mis glúteos y mis caderas dejando poco a la imaginación de un hombre que conoce mucho de eso. Me detengo y Jad me alcanza, tomándome de la cintura con delicadeza me invita a seguir rumbo a un hermoso sofá de fina tela color blanco hueso. Como no queriendo recuesto mi cabeza en su hombro.
-Siéntete en tu casa Toshkita, por esta noche es toda tuya-
-Ay que amable, eres; llegué a creer que tu caballerosidad virtual era solo una pantalla-
-No, soy como soy, siempre- Me ofreció asiento en el sofá con un ademán.
-¿Gustas alguna bebida? tengo jerez, vinito, cerveza-
-Lo que tú vayas a beber, por favor- me siento y lo veo partir. Camina muy seguro, viste sobriamente sin ser ropa para algún evento especial... me gusta más... me muerdo el labio inferior -papacitooo- pienso.
Un minutito después reaparece con 2 copas de vino tinto, avanza hacia mi con su gran sonrisa contagiosa. No puedo hacer otra cosa que verlo con ojos de amor. Me ofrece una copa y se siento junto a mí... muy cerca... mi respiración se acelera... mi corazón se hincha de felicidad.
-¿Brindamos, princesa?- pasa un brazo sobre mis hombros... me siento mujer... un gran hombre me está conquistando, la copa tiembla en mi mano.
-Sip, brindo por conocerte, guapo- agarro valor y lo miro a los ...