Promesas vacias - Relatos Eróticos

Promesas vacias

... hacerlo-, habíamos avanzado varias estaciones el vagón iba casi vacío, se volvió hacia su pantalón y ágilmente dejo su verga al descubierto, se acercó más a mi y con ambas manos dirigió mi cabeza hacia ella empujando para que se la mamara, trate de resistir pero no tenía ni la fuerza ni la cordinación necesaria para hacerlo, jalo de mi cabello y con una bofetada me obligó a abrir la boca al hacerlo después introdujo su verga.
Eso era algo nuevo para mí, jamás había hecho sexo oral a nadie y ahora esa brusquedad era algo que no esperaba.
Aprovechando que estaba con la espalda encorvada estiró su mano hacia mis nalgas y bruscamente empezó a acariciarlas para después pasar mi culo rosado, una sensación indescriptible atacó en ese momento realmente lo quería?, realmente quería ser violado ahí en el metro? la respuesta me la estaba dando mi cuerpo, todo mi ser empezó a desearlo, mi boca recibía las embestidas cada vez con más deseo, mis nalgas estaban listas para recibir su verga, empecé a moverme en círculos él noto que mi excitación iba en aumento y movía su verga más y más rápido nunca la saco de mi boca hasta que eyaculó.
Muy bien ya está lista para ser mi puta levántate me ordeno, yo obedecía ya sin pensarlo, me subió dejandome  de rodillas en el asiento, con el torso apoyado sobre el respaldo bajo mi pantalón y mis calzones. Con ambas manos separo mis nalgas dejando mi culo al aire, se agachó y me lo empezó a lamer.
Todas mis fuerzas se desvanecieron en ese momento, él ...

... metía su lengua cada vez más adentro nunca pensé excitarme tanto pero me gustaba, dejo de usar la lengua para empezar a introducir sus dedos en mi culo, poco a poco lo iba dilatando para lo que vendría después.
Noto como empecé a tener una erección, "vaya vaya, a la puta le está gustando lo que le hacen, bien le daré más placer entonces".
Sus palabras me hacían saber que vendría después, me bajo del asiento, me puso de rodillas en el piso, pensé que ahí sería donde me cogería pero no, otra vez introdujo su verga en mi boca, órale puta a mamar como se debe me dijo.
Está vez empecé a lamer como si realmente me gustará tenerla adentro, me ordeno usar la lengua y lamer también sus bolas, cosa que hice lo mejor que pude.
Algunas veces el tomaba mi cabeza y marcaba el ritmo de la mamada a su antojo, está vez no eyaculó, se contuvo para lo que venía, me tomo del cabello, me levanto y me llevo a apoyarme sobre el  tubo de cerca de la puerta del metro, nuevamente mis nalgas estaban a su disposición, yo sabía lo que me esperaba.
Está vez sin preámbulo metió su verga dentro de mi culo, era mi primera vez y el dolor era insoportable, apoyo todo su cuerpo sobre mi espalda y tapándome la boca empezó a violarme con frenesí salvaje, no podía hacer absolutamente nada, estaba a su merced y sus embestidas eran fuertísimas con cada una de ellas sentía como se engrosaba su verga dentro de mí.
Estuvo un largo rato penetrandome el mete y saca llegaba bastante dentro de mi, mientras bufaba cómo ...