LAS NENAS DE MAMI 2 - Relatos Eróticos

LAS NENAS DE MAMI 2

... me dijo que se llamaba así -, me chupó los pezones… ¡Dios, me acuerdo y me mojo toda! ¡Tan lindo lo hacía mi hermano! Hasta que un día me pidió que se lo hiciera a él. Le pregunté cómo, qué cosa… Sacó el pito fuera del pantalón y me dijo que lo besara y chupara… Bueno…, lo hice…, él me iba guiando…, como tenía que tomarlo con los labios, como tenía que besarlo, como pasarle la lengua… ¡y también me gustó! Y él me largó un juguito en la boca…, saladito…, que también me gustó. Después…, otro día, en que nuevamente le pedí que “jugáramos” a ESO, él también se desnudó totalmente y me dijo que me iba a enseñar otra cosita linda. Por supuesto, nos habíamos jurado no decirle nada a nadie. Mi hermano me dijo que si lo decíamos no lo iban a dejar estar más conmigo… ¡Eso sería trágico para mí! Y ese jueguito nuevo y lindo fue cuando me metió el pistolín en la conchita, que era “coger”, así me dijo que se llamaba. Me dijo que me iba a doler un poquito al principio, pero que después me iba a gustar mucho. Y así fue. Al principio dolió un poquito, pero como yo era chiquita, el himen no dio mucha resistencia. Yo no sabía nada de todo eso. Él me lo explico todo mucho después, cuando era más grande. Lo del “himen” me enteré ya más grande, de otras compañeras, en el secundario. Les había dolido mucho la primera vez. Bueno, lo que me hizo, metérmelo en la conchita, también me gustó mucho… Después me enseñó cómo hacerlo por la colita. Dolió un poquito más, pero me lo hizo en varias veces, ...

... hasta que me la pudo meter toda… Él también era más grande… y un día me llenó la cola de lechita… ¡y desde ese momento no lo pude dejar de hacer! Con mi hermano, por supuesto, casi todos los días. Con los primos, con amiguitos y compañeros de escuela. Por suerte mi hermano siempre me cuidó. Él me dijo, cuando tuve la regla, como tenía que cuidarme, que no dejara acabar a los chicos adentro, que si me gustaban mucho, les hiciera acabar en mi boca, o en la colita, cosa que a todos les encantó, o sino acabar afuera, sobre mi pancita o sobre mis tetas, cuando me crecieron. Por eso gozaba tanto… También me dijo que si me gustaban las nenas, lo podría hacer con ellas, amiguitas, compañeras del cole… No les tenía que decir que lo había aprendido con él, pero a todas les gustó que les chupara la conchita y el culito… ¡y los pezones! ¡A todas! Y bueno…, como te dije, cuando tenía diecinueve lo hice con cinco chicos juntos…, y desde entonces no gozaba tanto como hoy. Después no tuve suerte. Ya mi hermano estaba casado y no estaba más conmigo hasta que quedé embarazada. Y desgraciadamente aborté en dos oportunidades. De estúpida nomás. Qué sé yo, todo lo demás fue “normal”, digamos. Estuve cuatro años casada, hasta que me harté de mi marido… ¡quería tener mí exclusividad! ¡Jajaja! Y nos separamos. Luego, cuando pude, me divorcié. Y estuve con tipos que me gustaban, al principio, por lo menos…, pero nadie, nadie como vos. ¡Clara tiene la suerte del paraíso! Y es todo…
-Perdoná que siga ...