Mi primo me hace su mujer VII - Relatos Eróticos

Mi primo me hace su mujer VII

... usó un ritmo que nosólo le daba placer a su verga, sino que me estaba haciendo mojarme deliciosamente, sintiendo mi ano relajarse y gozar. "Dios, sí que es usted muy bueno haciendo el amor" le dije gimiendo, él sólo me beso la espalda y puso sus manos en mis tetillas. Eso me puso al 100 y gimiendo de placer yo también me empecé a mover hacia atrás y hacia adelante, mientras él respondía con unas embestidas tremendas.

"Ahora mi pequeña princesa, vamos a ponernos de cucharita" me dijo mientras me sacaba su pene del ano de un jalón lo que me provocó un espasmo dentro al ano que me hizo gemir de verdadero placer. Él se acostó de lado y yo me puse delante de él de la misma forma, levantándo una de mis piernas para que el maestro me pudiera penetrar. Una vez dentro, yo me empecé a mover al ritmo de sus embestidas. "Así papí, así, dame placer" le decía entre gemidos al maestro, quien seguía preguntándome "¿te gusta, de verdad te gusta mamacita?" Por la posición quedaban nuestros rostros casi pegados y mientras nos besabamos le repetía "no sólo me gusta papacito, me encanta tu verga, dámela así por favor". Era tal nuestra excitación que sin decir palabra alguna, el maestro comenzó a eyacular, yo sólo sentí cómo un enorme chorro de esperma se desparramaba dentro de mi ano. "¡No pares por Dios no pares, dáme toda tu lechita papí!" le gritaba mientras el maestro, pese a su edad y para mi sorpresa seguía lanzando más chorros de leche, "ahhhhh que placer, que placer" pensaba yo mientras yo también alcanzaba el orgasmo y de mi miembro salió un pequeño chorro de semen. Nos quedamos en esa posición recuperándonos del tremendo orgasmo que alcanzamos cuando en eso se abrió de golpe la puerta de la recámara, entrándo su joven hijo, quien al vernos desnudos y en esa posición... (Continuará)