Mi primo me hace su mujer VIII - Relatos Eróticos

Mi primo me hace su mujer VIII

... verga a la altura de mi cara. "Chupamela" me rogó, yo estaba tan caliente que me la metí a la boca. ¡Doble placer! tenía un tronco firme, joven y deseoso dentro de mi ano y otro garrote duro en la boca.

Le mamé al maestro su pene sin reparar que antes había estado dentro de mi ano, era la primera vez que hacia eso, pero en vez de darme repulsión me puso más excitado. Al parecer tanto el padre como el hijo se conectaron sexualmente a través de mi pues tomaron un ritmo similar, Andrés dentro de mi y el maestro metiendo y sacando su pene de mi boca. Luego de unos riquisimos minutos, el maestro comenzó a eyacular en mi boca. Yo me tragué toda su leche, limpiándole todo el glande cuando sacó su pene de mi boca. Ahora me tocaba concentrarme en Andrés, quien estaba todo rojo y sudando (tanto el maestro como su hijo eran muy blancos y rubios) "papí" le dije "¿cómo te sientes?" "Muy caliente" me respondió "me siento muy a gusto dentro de ti, tanto que creo que voy a acabar". "amor mio, estoy listo para recibir tu leche" le respondí y para que tuviera un orgasmo inolvidable le comencé a tocar y pellizcar sus tetillas. Vaya que si reaccionó a esas caricias pues su verga se tenso todavía más (si ero era posible) y se lanzó a darme unas embestidas salvajes, a lo que yo lo animaba diciéndole "¡así papí, así me gusta, dámelo así de fuerte, no te detengas aghhhhhh!". "Sí, sí, sí" repetía Andrés mientras metía y sacaba su ...

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... verga de mi ano. "sí, sí, ahhhhhhhhhhh se me sale" gritó el jovencito y empecé a sentir cómo eyaculaba dentro de mi "así Andrés mi vida, dámelos todos, quiero todos tus mocos, los quiero adentro" le respondí al tiempo que me sacudía lleno de placer. Debo decir que su eyaculación fue enorme, parecía no tener fin, yo sólo sentía como chorros y chorros de esperma le salían del glande y se depositaban dentro de mi ano. "Papí, amor, cariño, así, dáme todo su esperma, lo quiero todo" le dije "creo que ya es todo" me respondió el jovencito. Yo no dejé que se saliera de mi hasta no sentir cómo se le ponía flácido el miembro, cuando lo sacó, pude ver cómo lo tenía lleno de semen, su semen. Yo cerré las piernas para evitar que más leche se saliera de mi. Andrés se desplomó a mi lado y yo lo abracé amorosamente, hasta que decidí que era momento de irme, habían pasado casi dos horas y media desde que llegué a casa del maestro y Jose Luis debía estar impaciente.

Me levanté de la cama, le di un beso en los labios a Andrés y procedí a sacar de mi bolsa de mano unas pantaletas de mujer, me las puse para evitar que el semen que tenía dentro del culo manchara mi vestido, el cual me ajusté junto con las medias y me puse las zapatillas. El maestro me acompañó hasta la puerta y antes de irme le pregunté "¿cuántos años tiene Andrés? Lo hace como todo un experto", su respuesta me sacudió y me excitó otra vez "15, tiene 15".