1. GABY REGRESA DIEZ AÑOS DESPUÉS!


    Fecha: 28/04/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ensuciamos nada! 
    -Pará, pará…, por favor. – Salí a la banquina y me detuve. Por suerte los vidrios son polarizados. - ¡Ay Dios! ¡Voy con todo! - Me aferré al volante y descargué en su boca. 
    -¡Hummmm! ¡Agh! ¡Agh! – Clarisa tragaba. - ¡Papayín, que rica! ¡Dios, cómo me gusta! Con tu lechita en el estómago estoy mejor. ¡Me quedo tranquila!
    Clarisa la limpió perfectamente, metió la pija en su lugar, cerró la cremallera y me besó.
    -Ahora podés seguir tranquilo. ¿Cuánto nos falta? 
    -Y… unos 20 minutos…
    -¡Bárbaro! ¡En 20 minutos estamos en el hotel!
    -Si…, claro…
    -¡Y me la vas a poder chupar! – Clarisa no se pierde nada.
    -¡Jajaja! 
    	Efectivamente en media hora llegamos. Una magnífica residencia de principios del siglo XX cuando, en nuestro país, la oligarquía construía réplicas de los palacios franceses del Loira. ¡Algo increíble! Allí había estado yo, durante seis meses, haciendo la actualización de la residencia, para que esté a la altura de los mejores hoteles modernos. Estuve yo…, pero también como 20 especialistas internacionales, para que llegue a un cuatro estrellas, por lo menos…
    Nos registramos. Ella es “mi esposa”. ¡Es tan hermosa! Estaba al palo…, solamente por pensar todo lo que haríamos… ¡No tenía intención de disimular! 
    De pronto la vi. ¡“Gaby”, la opípara jefa de personal que ya estaba hace diez años…!
    -¡Ingeniero! El señor Alex me dijo que vendría. ¡Tanto tiempo! – Sus ojos fueron sonrientes hacia el bulto.
    -¡Gaby! ¡Sigue siendo tan hermosa como hace ...
    ... diez años! – Sin duda, en sus tetas y su culo tiene la gran mayoría de los kilos que “sobran”.
    -¡Usted siempre tan galante! – Nos abrazamos y nos besamos ambas mejillas. - ¡Cuánto tiempo! Pero comprendo… ¡Con tan hermosa “esposa”! – Gaby resaltó lo de “esposa”. Tanto ella como yo sabíamos de qué hablaba. – Encantada señora… - Y repitió el saludo con Clarisa. Estaba entre sorprendida y alagada. 
    	Nos guió al segundo piso, que sería el tercer nivel de la residencia. En su momento habíamos instalado un ascensor hidráulico, que no necesita sala de máquinas, sino solamente pistones soterrados. Alex, el CEO de la empresa propietaria, me había prometido la suite más espectacular. No era temporada, por lo cual todo estaría a mi servicio. ¡Y todo gratis! ¡Con la máxima discreción! Habitación 21… ¡Una suite esplendorosa!
    -¡Qué lo disfruten! – Gaby, sonriente, me acarició el brazo. - Ingeniero…, todo lo que necesite de mí…, todo…, lo sabe. ¡Siempre a su servicio!
    	No habíamos cerrado la puerta…
    -¡Papi! ¡Qué maravilla! – Clarisa me abrazó y besó. - ¡La vamos a pasar glorioso!
    	Cuando pude cerrar, Gaby me miraba sonriente. Clarisa seguía aferrada a mí. Puse traba, por las dudas. En la puerta, del lado interior, estaba el famoso cartelito “no molestar”, que no me “molesté” de colocar.
    	Clarisa me arrastró a la cama. Se tiró sobre ella, sin soltarme.
    -¡Papito! ¡Chupámela por favor! 
    -¡Soltame entonces! – Fui hacia su entrepierna. Le retiré la tanguita y me lancé hacia la conchita… ...
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