LA RESIDENCIA ENCANTADA - Relatos Eróticos

LA RESIDENCIA ENCANTADA

... ahora enterrátela en el culito, pero de espalda, así veo como entra y sale…
-¡Yo también quiero ver!
-Esperá. Vamos al borde de la cama. – Se la ensarté de espaldas. La levanté desde debajo de las rodillas y la llevé con el culo apuntando hacia el gran espejo del vestidor. - ¿Mirás? ¿Te gusta?
-¡Uy! ¡Qué lindo! ¡Cómo entra y sale! ¡Me gusta!
-¿Viste que hermoso hoyito tenés? 
-¿Te gusta mucho? – Como siempre Nelly sonría mimosa.
-¡Jajaja! ¡Me enloquece…, tú conchita también…! Con esos pelitos que tenés arriba como un corazón, parece la de una nena…
-¿Te gustan las nenas, no?
-¡Cuándo son como vos! – Le llené de besos el cuello.
-¡Ay papito! ¡Me gusta ser una nena para vos! – Giró la cabeza y me besó. - ¡Me gusta todo! Me gusta ser tu nena, me gusta cómo me la metés y la sacás, como me besás… ¡Todo!

Regresamos a la cama, pasando frente al sofá donde están cogiendo Clarisa y Jorge. En este momento Clari estaba cabalgando. 
-¡Jajaja! ¡Cómo le están dando!
-¿Lo extrañás a Jorge?
-No, para nada. ¡Te quiero a vos!

Seguimos hasta la cama. Ella siempre ensartada, con el culo al frente. Me senté en el borde y le pedí que se siente a horcajadas. Se dio vuelta, recogió las piernas y las puso sobre la cama, ahora con perforación de concha. Mientras yo besaba las tetas y los pezones, ella me besaba el cuello…, las orejas, el cabello. Es tan dulce…, siempre con una pícara sonrisa. Nos besamos con ternura… 
-¡Ahora mamita! ¡Te lleno en cualquier momento! 
-¡En la boca, ...

... por favor! ¡Quiero saborearte! – Se desensartó y la pija quedó cual mástil. 
Me recosté de espaldas. La nena se arrodilló entre mis piernas, tomó la pija con ambas manos y fue con ella a la boca. Caricias con sus labios, lamidas con su lengua…, chupando, tragando el glande hacia la garganta. La sensación es hermosa. Lo notable que yo soy veteranísimo en mamadas…, pero ver la cabeza de la nena contra mi ingle y sus joviales ojos hacia los míos, me emocionó, casi como milagro.  Algo más lindo… no sé. ¡Algo distinto! Estoy contento en sentir nuevas sensaciones, a pesar de que hace tantos años que mi semen termina en boca de mujeres, grandes, chicas, jóvenes, viejas, todas la probaron. Pero con Nelly parece ser distinto. Me hace muy feliz que Clarisa también este gozando con Jorge, por ser mucho más joven. Bueno…, éste la pudo llenar más veces, seguramente en todos los agujeros, y dejándosela en la garganta también. También se debe sentir feliz.
-¡Aaauuggghhh! ¡Aaggghhh! – La nena gemía y se atoraba por la concurrencia de semen al fondo de su garganta. Tragó todo lo que pudo. – ¡Aaaahhhh Dios! ¡Cuánta! ¡Y decís que no tenés mucho! ¡Jajaja!
-¡Pero más importa el sabor! – Yo pretendía justificarme.
-¡Siii! ¡Lo dice Gaby! Y me contó que Clarisa siempre quiere que le acabés en la boca. ¡Es su vicio! ¡Jajaja! – Se había levantado de entre mis piernas, recostándose contra mí, con sus besos “sementosos…” - Fue poquito, papi…
-¿Poco semen?
-No, no. La lechita estuvo bien. Te quiero ...